Hablemos de dos lugares fuera del mapa turístico, hablemos de dos lugares de los que te será muy difícil encontrar información porque no se encuentran entre los «puntos a ver» en los clásicos recorridos de Japón. Si estás un poco cansado de leer sobre los mismos lugares una y otra vez, en esta guía de que ver en Ueyama y Mishima te vamos a contar un poco sobre dos lugares muy alejados del circuito turístico.
Que encontrarás aquí
Ueyama
Perdidos entre las montañas de la Prefectura de Okayama, entre miles de terrazas de arrozales y lagos del área de Mimasaka, se encuentra la pequeña villa de Ueyama en el distrito de Kamiyama. Un pueblo basado en el cultivo de arroz, un trabajo que ha pasado de generación en generación, y que hoy enfrenta uno de los mayores problemas de la modernidad: el escape de la juventud hacia las grandes ciudades, el envejecimiento de la población de Ueyama y la falta de futura mano de obra que los sustituya. Muchos proyectos se están realizando para tratar de revitalizar la zona, como brindar gratuitamente pequeños autos eléctricos para las personas mayores y fomentar el turismo rural para repuntar la economía local.
Durante nuestra estancia en Ueyama nos quedamos en una casa tradicional japonesa a los pies del bello Lago Ueyama. Existe también la posibilidad de acampar en Toshiojisano o Oashikogenya, dos campings del área. El precio de los campings es de 1500 yenes por persona por noche y 2000 yenes una carpa para cuatro personas.
El día que estuvimos en Ueyama nos enseñaron las terrazas de arroz, la producción local de setas con troncos cortados y hasta ayudamos en la plantación de árboles de cerezo. En Ueyama experimentamos por primera vez el onsen (baño tradicional japonés) y nos dejaron conducir los simpáticos cochecitos eléctricos.
El onsen de la villa se llama Oshikogen Onsen Unkai y además de aguas termales presenta gimnasio, pista de tenis, piscina y hasta una mini zona de golf. Las termas abren de 12:00 a 21:00hs y cuesta 600 yenes.
En Ueyama también realizan cursos en exterior para aprender sobre diferentes tipos de hierbas, talleres de carpintería, rutas de senderismo y talleres de trenzado con paja Si lo que buscas es tranquilidad y un lugar fuera de lo clásico, las montañas de Ueyama son para ti.
Cómo llegar a Ueyama
El pueblo más grande cercano a Ueyama, con buena conexión, sería Okayama. A Okayama se puede llegar fácilmente desde importantes ciudades como Tokio, Himeji, Hiroshima o Kobe en tren a la Estación Okayama. De ahí hay 40 kilómetros hasta Ueyama. Para llegar con el transporte público hay varias opciones.
- Tomar el tren de la Tsuyama Line desde la Estación de Okayama a la Estación de Tsuyama. Luego el tren de la Kishin Line desde la Estación de Tsuyama a la Estación Hayashino para llegar a Mimasaka. Desde Mimasaka tomar el bus Ueyama Line que va de Fukumoto a Nagakumi (esto último estará escrito en japonés, lo mejor es preguntar a los locales) y bajar en la parada Bo. Total: 3 horas y unos 2.000 yenes por persona
- Tomar el tren de la línea Super Inaba desde la Estación de Okayama a la Estación de Sayo (si venís de Himeji podes tomar la línea Himeji-Sayo y es más corto). Luego el tren de la Kishin Line desde la Estación de Sayo a la Estación Hayashino para llegar a Mimasaka. Desde Mimasaka tomar el bus Ueyama Line que va de Fukumoto a Nagakumi (esto último estará escrito en japonés, lo mejor es preguntar a los locales) y bajar en la parada Bo. Total: 2:30 horas y unos 5.000 yenes por persona.
- Tomar el Uno Bus desde la Estación de Okayama y bajar en Fukumoto (en la ruta nacional nº374). Desde Fumukoto utilizar el bus Ueyama Line que va de Fukumoto a Nagakumi (esto último estará escrito en japonés, lo mejor es preguntar a los locales) y bajar en la parada Bo. Total: 2~3 horas y sería la opción más barato, un estimativo de 1.000 yenes por persona.
Otra opción es arrimarte lo más cerca que puedas con transporte público y si luego no te sentís muy entendido con los buses públicos terminar de llegar en taxi o a dedo. O ir directamente a dedo. Para saber trucos sobre como viajar a dedo por Japón visita nuestro post Gastos en Japón.
Mishima
Mishima es una ciudad que se encuentra a tres horas por carretera de Tokio y que probablemente no te suene de nada. Nosotros la elegimos como punto de descanso y nos terminamos enamorando de ella. Es una ciudad muy tranquila a los pies del Monte Fuji. Se puede llegar perfectamente con cualquier transporte público: trenes, buses y shinkanzen. Para hacerte una idea, el shinkanzen desde Tokio demora solo una hora.
Desde el Período Nara (año 710) Mishima ha crecido alrededor del santuario Mishima Taisha como centro económico y religioso de la ciudad. Durante el Período Edo, por encontrarse sobre la Carretera Tokaido que unía Tokio con Kioto, Mishima se desarrolló como pueblo de paso. El último siglo ha perdido presencia en el sector comercial pero sumado habitantes gracias a su reciente conexión a Tokio con el shinkansen.
Qué ver en Mishima
Mishima, por sobre todo, es un lugar tranquilo para pasear a tu ritmo. Es donde elegiríamos vivir en Japón porque se encuentra bien conectado a Tokio, tiene precios baratos y ameno ambiente de pueblo. Además el Monte Fuji se encuentra bastante cerca y en días claros embellece el paisaje con su presencia. Te contaremos los lugares que más nos gustaron a nosotros cuando rebotábamos de un lado a otro.
Santuario Wariozukainari
El Santuario sintoísta Wariozukainari se construyó sobre una gran roca de lava que quedó de la erupción del volcán Fuji 10.000 años atrás. A este montículo de lava de seis metros de altura se le llamó Wariozukainari y la leyenda cuenta que un viejo zorro (probablemente un kami) vivía sobre el Wariozukainari.
Cuando se construyó el santuario decidieron dejarle el nombre de la roca. Muchas personas del área visitan el Santuario Wariozukainari para solicitar prosperidad económica en sus negocios y buena salud a su familia.
El Santuario Wariozukainari no es el más importante de la ciudad, sin embargo nos gustó mucho que tuviera su propia hilera de toriis rojos, a lo Kioto pero gratis y sin la masificación de gente. Un torii es un arco tradicional japonés, construido tradicionalmente en madera o piedra, que suele encontrarse a la entrada de los santuarios sintoístas (Shinto). Usualmente son de color rojo y marcan el límite entre el espacio sagrado del templo y el resto del mundo exterior.
Parque Ayutsubo y Río Kise
Cercano el Santuario Wariozukainari se encuentra el Parque Ayutsubo dividido en dos por el Río Kise. Para cruzar el río de un lado al otro existe un puente suspendido de madera y metal une las dos zonas del parque. A lo largo del río hay varias cascadas, una de ellas se visualiza al cruzar el puente. A nosotros las que más nos gustaron fueron las Cascadas Ayutsubo, al norte del parque. Se acceden bajando por unas escaleras desde el lado este. Con buen tiempo el Monte Fuji hace de telón de fondo.
Santuario Mishima Taisha
El Santuario Mishima Taisha es el santuario destacado de la ciudad y antiguamente su presencia le adjudicaba a Mishima un alto rango en la sociedad japonesa. Se podría decir que la ciudad creció gracias al templo y alrededor del templo. Su kami principal es Mishima Daimyõjin, un dios que manda sobre las montañas, el mar y la guerra y a su vez es padre del kami del Monte Fuji. Todo el complejo está registrado en Japón como Propiedad Nacional Cultural de Importancia.
El santuario tiene un precioso lago con sus clásicos peces koi y un puente rojo que le cruza. El camino principal de piedra se encuentra lindado por farolas de papel de arroz y se alarga desde la entrada hasta el honden. El honden es la sala principal del templo, donde se encuentra simbólicamente el kami y se le reza. El de Mishima tuvo que ser reconstruido varias veces, la última vez después de quedar destruido por un terremoto en 1854.
Te vas a encontrar el clásico temizuya, pilar de piedra con chorros de agua y pequeños cazos a disposición para realizar la ceremonia de ablución conocida como temizu. Antes de ingresar al templo el protocolo indica que te purifiques lavándote manos y boca.
Instrucciones de uso del temizu:
con la mano derecha llenar el cazo con agua del chorro y echar un poco en la mano izquierda para lavarla. Repetir lo mismo con la mano contraria, es decir, tomando el cazo con la mano izquierda y limpiando la mano derecha. Llenar el cazo una vez más y dar un pequeño sorbo para simbólicamente lavar todo el cuerpo. Finalmente, poner el cazo de manera vertical para limpiar el mango y dejar boca abajo apoyado en el temizuya. Advertencia: la purificación es solo espiritual, no sustituye la ducha normal y corriente. El kami se reserva el derecho de admisión.
En los alrededores del templo encontrarás tiendas y supermercados, restaurantes de sushi, mercaditos, carnicerías y cafés. De todo un poco. Lo mejor es que por ser poco turístico todo es muy barato. Nosotros aprovechamos para comprarnos unas medias con el dedo gordo cocido aparte para poder usar con las chancletas (¡tremendo invento!) y tomarnos unos deliciosos cafés en una especie de galería a cielo abierto con Ice King de Adventure Time haciéndonos compañía.
Parque Rakujyuen
Algo que nos gustó muchísimo de Mishima es que fuera una ciudad llena de flores. Todas las ciudades japonesas suelen tener muchas flores, pero en Mishima sentimos que eran muchas más de lo normal. Flores en cada esquina y rincón de la ciudad. Así que nuestra parada en el Parque Rakujyuen nos recompensó con aún más flores, un lago enorme a donde van montones de pájaros (y es el spot favorito de los fotógrafos de aves) y la refrescante sombra de los árboles. Como buen parque no faltan los quioscos, los cafés y la zona con juegos para niños.
Parque Nakazato Onsuichi
El parque Nakazato Onsuichi es de pequeñas dimensiones y lo que más ocupa su superficie es un lago con patos y peces. Se forma por el río Gempeigawa que también alimenta el lago del parque Rakujyuen y atraviesa parte del casco urbano, brindando el toque a naturaleza. Un bonito paseo es caminar por las orillas del río Gempeigawa de un parque a otro.
Jardín Japonés Ryusenen
Si decidís realizar el paseo por la ribera del río Gempeigawa desde el parque Nakazato Onsuicha hasta el parque Rakujyuen, a mitad de camino se encuentra el Museo de Arte Sano y el Jardín Japonés Ryusenen. El Jardín Japonés Ryusenen es de acceso gratuito y está armado en un estilo muy a lo feng shui. Podríamos decir que es el lugar perfecto para sentarte a meditar. Si te apetece visitar el museo, abre de 10:00 a 17:00hs. Presenta una colección permanente que incluye tesoros nacionales como una naginata (espada japonesa) del siglo XIII y exposiciones temporales que van rotando. Costo de entrada 1100 yenes.
Mapa de Ueyama y Mishima
Pasear es más sencillo con un mapa. Encuentra los lugares en este que confeccionamos especialmente para ti. ¡Es posible incluso descargarlo y utilizarlo sin internet!
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