Estamos al sur de Irán y vamos a navegar un poco por el golfo Pérsico, más específicamente por el estrecho de Ormuz que tuvo uno de los puertos más importantes en las rutas comerciales del Medio Oriente. Prueba de esto es que por él pasaron famosos exploradores como Marco Polo, Ibn Battuta y Zheng He.
Ya lo decía el amigo Polo «Los mercaderes llegan a ella de las Indias en sus barcos, naves y galeras, y traen toda suerte de especias y piedras finas y perlas y brocados de oro y seda, colmillos de elefantes y otras mil mercaderías. Allí las entregan a los naturales, que a su vez las desparraman por todo el universo. Es una ciudad sumamente comercial.»
Hoy puede que ya no veas colmillos de elefantes ni galeras de perlas, empero todavía es un lugar para maravillarse, especialmente la isla de Ormuz. Te contamos nuestra experiencia de que hacer y ver en Bandar Abbas, Ormuz y Qeshm.
Que encontrarás aquí
Qué ver en Bandar Abbas
Bandar Abbas pasó por muchas manos y nombres. El actual se traduce como «Puerto de Abbas» y vino después de que el Shah Abbas el Grande la recuperara de los portugueses en el 1615. Debido a su histórica condición de puerto comercial su población cuenta con una buena diversidad étnica y cultural, encontrándose árabes e iraníes, indios, sunitas y chiitas. Entre las dos y las seis de la tarde la ciudad suele estar muerta por el calor insoportable y las actividades se concentran en la mañana y al atardecer.
Bandar Abbas presenta una rambla divina, repleta de murales y esculturas con motivos marítimos, por lo que una muy buena actividad es tan sencilla como caminar por el paseo costanero o mismo por sus playas. Y como toda buena ciudad persa cuenta con su bazar techado y mercados varios para hurgar entre trastos o comer algo local.
Otra actividad curiosa es visitar el Templo Hindú, recordatorio de los muchos hindues que vivían en Bandar Abbas durante el período Qajar. A diferencia de sus coloridas primas de la India, este templo mantiene el color natural del adobe para adaptarse al ambiente desértico; todo lo opuesto al santuario Seyed Mozafar recubierta hasta en sus cuatro minaretes de azulejos pintados.
Cómo llegar a Órmuz y Qeshm desde Bandar Abbas
A la misma altura del bazaar se encuentra el puerto de Bandar Abbas con la terminal de ferry (el puerto vecino Hagani es para los pescadores). Al entrar hay carteles pegados con el precio a las dos islas en números latinos para que te quede bien claro que si sos extranjero tenés que pagar una barbaridad. Los iraníes obviamente no pagan eso.
El ferry a Ormuz o Qeshm cuesta 1.250.000 de riales solo ida (ai! la puntada en la billetera!) y demora media hora en alcanzar las islas. También es posible moverse entre una isla y otra por el mismo precio. Los horarios están en farsi así que mejor aprendé a leer los números con nosotros. Hay días que amanece con mucha neblina y los primeros botes se retrasan varias horas, ya que son viejitos y no les da la tecnología para navegar sin buena visual. Arma el mate y espera sentado.
- De Bandar Abbas a Ormuz hay bastantes horarios: 7.00, 13.00, 17.00 y 21.00 hs ida / 8.00, 14.00 y 19.00 hs vuelta.
- De Ormuz a Queshm solo hay dos ferries: a las 8 a.m. y a las 5 p.m.
Qué ver en Ormuz
Ormuz es una explosión de colores y verdadera joya geológica. Para hacerte a la idea, dejamos este excelente resumen del canal Un Mundo Inmenso y abajo te contamos como visitar cada uno de sus puntos.
Dónde dormir en Ormuz
Quienes se pregunten por qué dormir en Ormuz siendo una isla tan chica encontrará la respuesta al visitarla. Está llena de magia, y no lo decimos solo por la marihuana y los mushroom mágicos de los adolescentes que la visitan para sus viajes espirituales. Hay al menos cinco guesthouse oficiales en el propio poblado aunque, si contás con tienda de campaña, lo mejor es dormir bajo la estrellada bóveda celeste al interior de la isla o en alguna de sus tantas playas. De elegir la playa espera compañía porque hay muchos como tú que desean disfrutar la isla acampando.
Cómo moverse por Ormuz
Ormuz es una isla chica y perfectamente se puede visitar en un día con transporte motorizado. Lo más común es alquilar moto, ya sea con conductor guía o para conducir por tu cuenta. Una tercer opción es alquilar bicicleta eléctrica que descartamos por el sol que no da tregua y por los precios disparatados (salen casi lo mismo que alquilar moto). Sea para unos u otros, los precios siempre se pueden negociar.
Si lo que querés es alquilar moto por tu cuenta las Vespa oficialmente las cobran a 700.000 rials la hora, pero con un poco de tire y afloje podés conseguirl una a 3.000.000 por siete horas. Solo piden tu licencia de conducir, que irónicamente se la quedan como garantía hasta tu regreso. No te preocupes que no hay polis por la isla para multarte. El lugar para alquilar Vespas es un minisuper que las tiene aparcadas afuera y que se encuentra frente a Café Mehrbad, exactamente acá.
Si conducir no es lo tuyo, o simplemente preferís ir con guía, están los que ofrecen llevarte. Fue lo que elegimos, decisión acertada porque nos mostró puntos que no habríamos descubierto de haber ido solos. El paseo por el día completo los dos nos costó 3.000.000 de rials. El conductor no hablaba un soto de inglés mas se hacía entender, no nos pregunten cómo, y resultó ser un excelente guía.
El contacto lo conseguimos a través de un iraní buena onda que conocimos en Sormeh Café (Gelak Café), Ormuz, y que nos hizo la pata de guardar nuestras mochilas mientras paseáramos en la moto. Diez puntos. Resta decir que a la vuelta estaban intactas. Y sí, éramos tres en una moto por eso teníamos que dejar las mochilas. ¿Ya dijimos que no hay polis de tránsito?
Circuito: qué ver en Ormuz
El circuito clásico de Ormuz incluye las siguientes paradas:
▪️ Silence Valley y Salt Goddess. Valle de sal por el que siguiendo un sendero en seguida alcanzas un montículo de sal con formaciones de texturas coloridas esculpidas por la naturaleza. Predomina el blanco salitre que transmite pureza y silencio. Debajo fluye un arroyo sobre fondo naranja que arrulla el suspenso del ambiente con su agradable sonido. Yéndonos de aquí una gacela nos honra con su presencia.
▪️Majara Residence y Carpet Beach. La Majara Residence es un proyecto residencial para empoderar a la comunidad, desarrollado por el instituto iraní ZAV Architects, y está compuesto de múltiples casas cónicas multicolores de adobe. Al lado se diseñó la alfombra de tierra más grande del mundo utilizando hasta 90 tonos distintos propios de la tierra de Ormuz. Llamaron a la alfombra ‘Damahi’ adaptada del nombre de un pez mítico.
▪️ Salt Cave. La blancura de la diosa de la sal se expresa en diferentes puntos de la isla y se invoca ante los mortales con sus cristales de piedra dispersos como racimos de uva en esta cueva. Parece espuma de cerveza congelada. Por toda la isla hay más de una cueva y de espacios salinos que pueden apreciarse.
▪️ Raibow Valley y sus montes. En este punto temíamos que la foto fuera un engaña turistas y llevarnos un chasco. Al contrario, el Valle Arcoíris le hace honor a su nombre y nos deja boquiabiertos. Más de 70 tonos de minerales tiñen sus colinas en parches con patrones geométricos: azul, verde, gris, amarillo, negro, púrpura, blanco, ocre, naranja. Un espectáculo natural. Para preservar este paisaje es importante no llevarse tierra ni rocas del valle.
▪️ Valley of the Statues. Sobre un enorme risco que da al golfo persa los elementos naturales han esculpido las rocas creando diversas figuras. Estás en el Valle de las Estatuas. Lo que percibas queda a discreción de tu imaginación: caras, animales, dragones u otras criaturas míticas. El conductor-guía nos ve osados y con un gesto del índice indica que le sigamos hasta el mismo borde del acantilado. De allí hacemos una zancada grande sin mirar abajo hacia una saliente que ofrece fantásticas vistas de la costa. Sugerimos este mirador para quien no sufra vértigo y le guste un poco la adrenalina.
▪️ Red Beach y Silver Beach. Dos pasos más adelante llegamos a la Red Beach y la Silver Beach, que en realidad son una sola playa. Hay que bajar hasta ella a pie desde una explanada repleta de puestos de comida, ropa y artesanías. En la zona alejada del agua predomina la arena negra plateada, a tal punto que parece brillantina, y a medida que te arrimas al agua se va difuminando entre el rojo remolacha.
Este rojo rubí se da por la mayor concentración de óxido de hierro en la orilla y al disiparse en el agua otorga a las olas un tono rojo sangre. A este mineral de la isla se le conoce como gelack y se utiliza en la fabricación de cosméticos, tejidos, cerámica y como colorante comestible para salsas, mermeladas y el pan local tomshi.
Aunque esta playa sea la más icónica, es solo una entre las muchas de Ormuz con arena plateada y roja. Como en un acto de amor pasional, la arena se impregna en tu ropa y tu piel y no te suelta; la plateada entre los pliegues de tela, la roja en tu piel.
▪️ Turtle’s Rock y Turtle’s Beach. Es nuestro día de suerte y además de toparnos con la gacela y unos llamativos huronsitos avistamos una tortuga en el mar. Pareciera que quisiera honrar el nombre de la playa. La Playa de las Tortugas solo es accesible a nado y la alternativa es parar en la Turtle Rock, un promontorio que funciona de mirador y permite escudriñar la Turtle Beach con ojo de águila.
▪️ Rainbow Cave. Cuando pensaste que ya no es posible encontrar más maravillas en Ormuz tu guía te mira de soslayo y con una sonrisa picaresca te mete a una cueva negra como boca de lobo. Se prende la linterna y de repente descubrís lo que se siente ser tragado por un arcoíris (si los arcoíris fueran macizos y tragaran personas, claro está).
En esta cueva colindan todos los colores de la isla y se manifiestan en pinceladas que van de punta a punta. La entrada a la cueva nos habría pasado desapercibida de pasear por nuestra cuenta y agradecemos al dios de los viajeros por habernos enviado a su guía telepático (¿de qué otra manera sino logra comunicarse tan bien?).
▪️ Sang Qorab Beach. Otra cara de Ormuz son sus playas de arena rocosa y misteriosas cuevas marinas. Paramos en la playa Sang Qorab para visitar específicamente su saliente rocoso en forma de arco. La playa es agradable y tranquila. Por aquí cerca está el área de camping Single Tree Beach.
▪️ Saffron Valley y Mangrove Jungle (Harra Forest). Se nos termina la jornada y nos quedaron solo dos lugares sin visitar: el Valle de Azafrán, bautizado así por su pigmentación amarilla dorada similar a la de los pistilos de la flor; y el Manglar de Harra, descripto por unos amigos como super pequeño. Tampoco nos importa porque después nos vamos a la isla de Qeshm donde se encuentra un manglar mucho mayor. De no ser tu caso puede que te interese parar en el manglar que, según estos amigos, «se ve en 1 minuto».
Terminamos la vuelta olímpica por la isla de Ormuz. Si quedaste con ganas de más podés pasear por la villa de Ormuz y visitar la Fortificación Portuguesa del 1507, resabio del colonialismo y a juego con el tono rojizo predominante; y la Galería del Dr. Ahmad Nadalian, exposición de obras de este arte que se enfoca en proyectos artísticos eco sostenibles. Absolutamente todos los puntos que mencionamos en Ormuz son de acceso libre menos la Fortaleza que cuesta 500.000 riales.
Qué ver en Qeshm
Qeshm fue una profunda decepción y nos generó sentimientos completamente opuesto a Ormuz. Ahora, no queremos transmitirte nuestra mala onda e igual vamos a contarte lo que vimos e hicimos para que puedas visitarlo por tu cuenta y crear tu propia opinión. Qeshm, a diferencia de Ormuz, es grande y de hecho es la isla más larga del Golfo Pérsico. A continuación te contamos que ver en Queshm y al final de todo encontrarás información sobre cómo moverte por la isla y donde alojarte.
▪️ Namakdan Salt Cave. Namakdan es la cueva de sal más grande del mundo y una clara demostración de que lo importante no es el tamaño sino la calidad. Su nombre es una redundancia, ya que namak significa sal en farsi, mineral que antaño se extraía de esta cueva. Forma parte del geoparque de la isla declarado patrimonio por la Unesco y cuesta 300.000 rials la visita. Googleando fotos de la cueva aparecen colores dignos de un viaje de LSD. Puro photoshop, una burda copia del Rainbow Cave de Ormuz.
▪️ Chahkook Canyon. El Cañón de Chahkook está a 70 km de la ciudad de Qeshm y está formado por sinuosas paredes de 100 metros que por momentos solo permiten un paso estrecho. Dado que el suelo del cañón es el lugar por el que fluye el agua después de cada lluvia, los lugareños tallaban pozos (chah en persa) para aprovechar y recolectar el agua dulce. De aquí surge su nombre «Chahkooh» que significa «Pozo del monte». El sitio está bastante bien y está para añadir en la lista de puntos a visitar si pasas por Qeshm. Precio de entrada 300.000 rials.
▪️ Stars Valley. Lo más destacable de Qeshm es el Valle de las Estrellas, o Estareh Kafteh en el dialecto local que significa «Estrella Caída», pues la leyenda popular cuenta que se creó por la colisión de una estrella contra el valle. Stars Valley nos recordó vagamente a los Kaluts del desierto de Lut, con la diferencia de que muchas de sus columnas de arenisca se encuentran unidas por la parte superior, creando una red de arcos y puentes. El valle se puede caminar tanto por abajo por arriba. Te sugerimos dedicarle más tiempo a pasearlo por arriba para apreciar al detalle su distinguida geomorfología. Precio de entrada 300.000 riales.
▪️ Islas de Naaz y su playa. A 25 kilómetros de la ciudad de Qeshm hay una amplia playa desde la que se puede observar las islas de Naz. La gracia es que con la marea baja se puede llegar hasta ellas y cuando sube la marea se transforman en islotes de piedra, con poca superficie y sin nada especial. La playa es aprovechada para hacer parapente, volar cometas, pasear o andar en camello.
▪️ Isla Hengam. A Hengam no fuimos porque veníamos teniendo experiencias pésimas en Qeshm y encima nos dijeron que esta isla era otro fiasco. Pero si no te pones prejuicioso como nosotros se supone que cuenta con varias playas interesante de las que poder avistar tortugas y delfines y que la vida local de los pescadores es un acercamiento cultural interesante. La isla Hengam está a dos kilómetros de Qeshm y se llega en un bote local.
▪️ Área protegida del Bosque de Hara. El Bosque de Hara está comprendido por varios islotes de manglares ubicados en el estrecho de Khavaran y se extienden entre las islas y el continente. Cubre un área de 2400 hectáreas y está protegido por ser una reserva de humedales salinos al que migran más de 100 aves al año, sin contar los seres vivos que habitan entre sus raíces y su lodo. Preparate para salir bien embarrado de ahí. Bajar a estos islotes solo es posible cuando hay marea baja, momento en que quedan a la vista troncos y raíces. Por otro lado, la marea alta es ideal para navegarlo internándose en el bosque.
Para ver los manglares de Qeshm hay que ir hasta los muelles de la aldea de Tabal, de Soheili o de Bandar-e-Laft y negociar un precio para ser llevado en lancha. No recordamos como pero el asunto es que habíamos aterrizado en Bandar e Laft y nos topamos con unos chicos iraníes con los que trabamos amistad en Ormuz. Visto que eran pasadas las cuatro de la tarde y que ellos ya tenían arreglado precio le dijimos al conductor que visitaríamos Hara Forest desde allí.
Nos espetó que la villa de Laft no era sitio oficial (según él) y que nos iba a llevar hasta la aldea de Tabal, sin embargo, estábamos cortos de tiempo y además preferíamos ir con el grupo grande. Le indicamos que no nos importaba y que era nuestra responsabilidad y no le hizo ni pizca de gracia. Ya habíamos notado que era medio raruno (usar doble tapaboca y guantes de látex con 40ºC debería habernos hecho sospechar) pero jamás esperamos que explotara con tanta virulencia. Frente a esa actitud amenazamos con no pagarle y para nuestra inmensa alegría los chicos iraníes en seguida se pusieron a defendernos.
Al final se fue, entre gritos e improperios, nos abandonó a nuestra suerte y por fin pudimos tomar el barco, justos para pasear con el atardecer. El precio pactado para el bote fue de 380.000 rials por persona. A pesar del mal rato, la experiencia por los manglares estuvo espectacular y pasamos un buen rato todos juntos. Vimos flamencos y garzas, cangrejitos en los islotes y un rarísimo pez con patas dando sus primeros pasos hacia la evolución.
▪️ Qeshm ciudad. Ya que estás en Qeshm aprovecha para visitar su ciudad principal, que por cierto tiene su propia Fortaleza Portuguesa al igual que Ormuz, y si te gusta ir de compras disfruta porque la isla es duty free zone. No aplicable para el bazar (¡no te olvides de regatear!).
Cómo moverse por Qeshm
La opción más sencilla es juntarse entre varios y compartir un taxi, previa negociación para que el taxi esté todo el día con ustedes y los lleve a los lugares que quieran. Hay que tener cuidado porque al ser extranjero van a buscar cobrarte mucho más de la cuenta y a veces ni pidiendo a un iraní que hable por vos ayuda. En nuestro caso planeábamos juntarnos con otros amigos para compartir coche y cada uno pidió al iraní más cercano que llamara a solicitar precio.
Ambas partes por separado (por un lado nuestros tres amigos y por otro nosotros dos) obtuvimos un precio «negociado» de 5.000.000 por conducirnos en una pick up alrededor de Qeshm hasta las cinco de la tarde. Más tarde pasó todo el periplo antes descripto y rescatados por los chicos iraníes nos dijeron que era una barbaridad ese precio y que a ellos les habían cobrado 1.000.000 de riales por una pick up todo el día para su grupo de siete.
Dónde alojarse en Qeshm
Existe variedad de opciones en la isla por su tamaño y por contar con varias villas por fuera de su ciudad portuaria. Acampar es posible, aunque no esperes el romanticismo de Ormuz. Con el hospedaje también nos salvaron nuestros amigues iraníes. Tenían reserva en una guesthouse tradicional de la villa pesquera de Laft (o Bandar e Laft) y negociaron con el dueño para que pudiéramos compartir con ellos las habitaciones.
500.000 riales fue el precio a pagar por enlatarnos y ocupar camas y suelo. Poco importó porque estábamos molidos del día y a pesar del buen ambiente que se armó a la noche, con músicos y bailarines, los cinco extranjeros hicimos gala de una vejez no correspondida a nuestra edad y apenas cerrar los ojos quedamos noqueados.
Mapa de Bandar Abbas, Qeshm y Ormuz
En este mapa encontrarás marcados todos los puntos del artículo haciendo zoom sobre la isla correspondiente.
Hasta aquí nuestro resumen del viaje por Irán. Siempre buscamos ser honestos con nuestras impresiones y esperamos encuentres útil la información. Cualquier duda o sugerencia te leemos en los comentarios.