Hoy te queremos contar nuestra experiencia viviendo tres días en un monasterio budista perdido en las montañas del norte de Tailandia. Una experiencia interesante para aquellos que ya han experimentado en algún grupo de meditación o budismo, aunque poco recomendable para alquien que recién se inicia en el asunto. Más que nada porque estamos en el sur de Asia y las reglas son más estrictas que en un centro de meditación de occidente.
Que encontrarás aquí
¿Qué es el Budismo?
Google dice que la «religión predominante de Tailandia es el budismo Theravada». Theravada significa literalmente «escuela de los monjes mayores » y es una parte integral de la identidad y cultura tailandesas. Si bien es cierto que en Tailandia el budismo parece ser una práctica religiosa, esta información no es completamente precisa. El budismo, al contrario de lo que mucha gente cree, no es una religión sino una forma de vida.
El budismo pretende ser una herramienta para alcanzar la iluminación o simplemente una vida mejor. El camino budista pretende llevar una vida moral, ser consciente de las acciones y desarrollar sabiduría y comprensión para llevarnos a la verdadera felicidad. Que sea subclasificada como Theravada o Mahayana o cualquier otra refiere simplemente a diferentes sub-ramas o estilos del budismo que han surgido pero cuyo propósito final es el mismo.
Como no es una religión no tiene ningún dios. Cuando ves personas «rezando» a la estatua de Buda lo que realmente están haciendo es rendir respeto a su imagen. Al igual que inclinarse ante la estatua es una expresión de gratitud por las enseñanzas del Buda y no una sumisión a dios.
¿Quién fue Buda?
Las imágenes de Buda suelen referir a Siddhartha, una persona que existió de verdad y nació en una familia pudiente de Lumbini (pueblo ubicado en la actual Nepal) en el 563 antes de Cristo. La historia dice que a la edad de 29 años Siddhartha se dio cuenta de que la riqueza y el lujo no garantizaban la felicidad, por lo que exploró las diferentes enseñanzas de las religiones y filosofías de la época para encontrar la clave a la felicidad humana. Después de seis años de estudio y meditación, finalmente encontró «el camino» y se iluminó. De ahí nace el nombre Buda, pues Budhi singnifica «despertar».
Siddhartha pasó el resto de su vida enseñando los principios del budismo, dhamma o verdad, a quien estuviera interesado. No era un dios ni decía serlo, era un hombre. Enseñaba el camino hacia la iluminación desde su propia experiencia, entendiendo como iluminación el comprender nuestro rol espiritual en el universo. Antes de morir Siddharta hizo hincapié a sus seguidores de que debían llevar a la práctica sus enseñanzas para que cada uno comprobara personalmente su veracidad y que no debían simplemente aceptar su palabra como verdadera.
El budismo depende más de la comprensión que de la fe y entiende que Buda era Siddharta y que Buda también somos tú y yo y todos porque el budismo considera que todos son capaces de alcanzar la iluminación si así lo desean. Un muy buen resumen de la historia de Siddhartha es la novela histórica Siddhartha escrita por Herman Hesse.
Como sucede con muchas cosas, en Asia no faltaron los reinos que tomaron el budismo y lo transformaron en una especie de religión. En algunos incluso se llevaron a cabo represiones en nombre de Buda, aunque no sea muy búdico… En la teoría el budismo real no solo es muy tolerante y respetuoso con otras religiones, sino que tampoco predica y trata de convertirse, solo explica si se busca una explicación.
Monasterio budista Wat Tam Wa
En Uruguay habíamos disfrutado haciendo meditación en un grupo de budismo uruguayo. Sabíamos que el budismo asiático era más conservador pero decidimos darle una oportunidad al budismo de Tailandia. Nuestro verdadero propósito en el Monasterio del Bosque Wat Tam Wa se encontraba más allá de buscar respuestas al propósito de la vida y a la verdadera felicidad.
Lo que realmente deseábamos era un descanso de nuestras corridas viajeras por el sudeste asiático y un monasterio perdido entre las hermosas montañas de Mae Hong Song parecía la opción indicada. Una mezcla de curiosidad con la urgente necesidad de estribar en un páramo verde entre ríos, lagos y cuevas naturales nos llevó allí.
Cómo llegar a Wat Tam Wua
El monasterio budista Wat Tam Wa está en la carretera nº 1095 entre Mae Hong Son y Pai. Son aproximadamente 2 horas desde Pai, 1 hora desde Amphur Mueang y 37 kilómetros desde la ciudad de Mae Hong Son.
Desde Chiang Mai o Pai
Los lugares más visitados del área suelen ser la ciudad de Chiang Mai y el pueblo de Pai.
Desde Chiang Mai es posible tomar una minivan (songthaew) en la Estación de Autobuses Chiang Mai. Sale uno por hora de las 8 a.m. hasta las 2 p.m. y se suelen llenar rápido.
Desde Pai, un pequeño pueblo rural que ha sido sobre explotado por el turismo, hay que tomar un bus local. Ya sea que utilices un songthaew o un bus grande, asegurate que ambos van en dirección a Mae Hong Son. El conductor sabrá dónde detenerse si les dice que tu destino es Wat Pa Tam Wua, en la aldea de Ban Mae Suya. Al bajar del autobús podrás ver unos letreros que te guían hasta el monasterio por una pista de tierra de 1 km de largo que se puede caminar.
Desde Mae Hong Son
Existen tres maneras de ir desde la ciudad de Mae Hong Son:
- Utilizando el bus local (de color rojo) que sale a las 8:30 a.m. Precio del boleto 30 baht por persona.
- Utilizando las minivans que salen desde las 7:00 a.m. hasta las 5:00 p.m., uno por hora. Precio del boleto 100 baht por persona.
- Utilizando una furgoneta amarilla (songthaew) que sale de la estación de bus a las 7:00 a.m. Para conseguir lugar hay que estar al menos media hora antes. Precio del boleto 80 baht por persona.
El bus local y las minivan paran en frente a la pista de entrada a Wat Pa Tam Wua que te describimos antes, a 1 km de caminata del monasterio. La furgoneta amarilla ingresa a la pista y te deja en la misma puerta del monasterio.
A dedo
Otra opción válida (y que fue la usada por nosotros) es ir a dedo. No hay muchos autos pero te podemos asegurar que los pocos que aparezcan probablemente paren. Los tailandeses son muy amables con los viajeros a dedo.
Te recordamos que el monasterio esta en medio de un bosque entre las montañas. Significa que con lluvias fuertes el kilómetro de pista que va desde la carretera principal hasta Wat Pa Tam Wua a veces se hace intransitable para vehículos e incluso para personas a pie. Si haces el kilómetro andando evita hacerlo de noche. No hay alumbrado público y sobran las serpientes, mala combinación.
Una vez en el Monasterio de Wa Pa Tam Wua todos tus esfuerzos serán recompensados por un exuberante verde, hermosas colinas de piedra caliza, ríos y cuevas.
Nuestra experiencia en Wa Pa Tam Wua
Día 1
Después de llegar a la noche muy cansados de hacer dedo todo el día nuestro único deseo era desmayarnos en una cama. Un tipo llamado Kola que parecía tener prisa nos recibió. El complejo del monasterio es grande, con muchos alojamientos, dormitorios y cabañas. Seguimos a Kola mientras mencionaba las principales reglas del monasterio.
Nuestra primera parada fue en la lavandería, donde tuvimos que elegir nuestra ropa blanca, la vestimenta oficial durante nuestra estancia. Luego nos mostró nuestros respectivos dormitorios que llamaban kuti. Si sos una chica probablemente tendrás un kuti privado, los hombres por el contrario comparten kuti. Chichas y chicos deben ir separados y está estrictamente prohibido que unos u otros ingresen al interior del alojamiento del sexo contrario.
Mostrados los dormitorios nos entregó un papel con los horarios del día.
«Horario de práctica diaria de Wat Pa Tam Wua:
05.00 a.m. Canto matutino en tu propio kuti (cabaña)
06.30 a.m. Ofrenda de arroz a los monjes en el salón principal
07.00 a.m. Desayuno
08.00 a.m. Practica grupal de la meditación en la sala principal
10.30 a.m. Ofrecimiento de comida a los monjes
11.00 a.m. Almuerzo
01.00 p.m. Practica grupal de la meditación en la sala principal
04.00 p.m. Limpieza de las áreas del monasterio (mientras limpia sea consciente de sí mismo)
05.00 p.m. Tiempo de relax tomando café/té
06.00 p.m. Canto nocturno y meditación grupal en la sala principal
08.00 p.m. Practique la meditación en su propio kuti
10.00 p.m. Dormir»
Mientras Kola se iba, casualmente nos soltó por encima del hombro «No caminen durante la noche en el área del monasterio, podrían enfrentarse a varias serpientes mordedoras. Quédense en sus respectivos dormitorios después de las 8 p.m.» Muy alentador.
Wa Pa Tam Wua es el hogar de uno de los cielos monásticos más tranquilos de Tailandia. Un lugar de meditación, refugio y autodescubrimiento. Pero todo esto no viene sin sacrificio. Antes de morir en la cama se podía leer un papel colgado de un clavo a la pared con las siguientes reglas en inglés que pasamos a traducir.
«Importante HACER y NO HACER aquí en el monasterio del bosque de Tam Wua:
HACER:
1) Muestre atención plena e inclínese tres veces en la posición de 5 puntos cuando esté sentado para interactuar con los monjes, incluida la meditación, el canto, el almuerzo, etc.
2) Haga una reverencia de respeto con las manos en la posición an-cha-lii (juntas frente al pecho) al pasar o hablar con el Abad o cualquier Monje.
3) Limpie las áreas de la mesa, la vajilla y los cubiertos después del uso y vuelva a llenar las botellas de agua y reponga los rollos de papel higiénico en las mesas después de terminar sus comidas.
4) Siga ciertas reglas generales para hablar mientras está en el Monasterio:
a. No se permite hablar mientras se está en el Salón del Dhamma o en el Salón del Canto después de que se hayan realizado las meditaciones y cantos.
b. Mantenga la conversación al mínimo durante las comidas y cuando disfrute del café/té/cacao.
c. Hable en voz baja en todo momento mientras está en el monasterio: disfrute del silencio de usted mismo y de los abundantes ruidos del mundo natural presentes aquí.
5) Retorne las sillas, cojines y libros a su lugares después de su uso.
6) Acuda a TODAS las meditaciones dirigidas o asegúrese de decirle al maestro o al abad si algún día no se siente con ganas de asistir.
7) Siéntase libre de usar la ropa blanca limpia que está cerca de la lavadora y las áreas de secado, por favor lave usted mismo su ropa personal.
8) Ofrezca ayuda a todo el personal en las rutinas diarias. Sea generoso con amabilidad.
9) Después de comer separe los restos de comida y basura en el contenedor orgánico reciclable y en el contenedor no reciclable según corresponda.
10) Lea los libros en la biblioteca y disfrute de su entorno lo más que pueda, sin duda lo ayudarán a ser verdaderamente consciente.
11) Cierre bien su Kuti antes de abandonar las instalaciones. Hacemos todo lo posible para que su estadía aquí sea lo más segura posible, pero siempre recomendamos ser cautelosos.
12) Ofrezca ayuda a alguien si lo ve perdido, nuevo, molesto o confundido.
13) Mantenga la limpieza en su Kuti y límpielo a fondo antes de partir.
NO HACER
1) Al sentarse no apunte con los pies a las estatuas de Buda y/o monjes cuando esté sentado en su presencia. Hay muchas posiciones correctas para sentarse que se pueden aprender, todas usadas por los monjes y que con gusto le pueden enseñar.
2) No fraternice con el sexo opuesto en su Kuti o después de la hora establecida para «Dormir», no es respetuoso con las reglas del Monasterio, además de crear tentaciones que no son apreciadas aquí.
3) No tenga ningún tipo de relación física con el sexo opuesto. Tenga en cuenta que incluso si llega en pareja se le pedirá que cumpla esta regla.
4) No coma pasado el mediodía (12:00 p.m.), aunque salga del Monasterio para hacerlo. Y por favor mantenga alimentos y bebidas fuera de su Kuti, las hormigas siempre están acechando.
5) No beba alcohol ni fume dentro y alrededor del Monasterio. Una vez más, esto se aplica incluso si sale de las puertas. Por las mismas razones que se indicaron anteriormente.
6) Si usted es mujer por favor no toque a los monjes. Trabajan muy duro para distanciarse del mundo físico y apreciamos su colaboración.
7) No use ropa reveladora, ni hombros ni rodillas desnudas.
8) No se entregue a la tecnología, ya sean computadoras, tecnología móvil o la gran cantidad de otros tipos de tecnología.
9) No toques música mientras esta en el Monasterio. Esto se aplica a instrumentos musicales normales (por ejemplo, una guitarra) o reproductores de mp3.
10) No practique yoga en espacios públicos. Puede hacerlo en su propio Kuti.
11) No ceda ante sentimientos de apatía o aburrimiento, aproveche al máximo su tiempo mientras esta aquí. Esto significa asistir a todas las meditaciones, hacer meditaciones personales, trabajar durante los tiempos indicados y de otra manera, y leer algunos de los libros sorprendentes y reveladores de la biblioteca. Recuerde por qué estás aquí y finalice esta experiencia como una persona más iluminada.
12) No se obligue a permanecer en Tam Wua más tiempo del que crea adecuado. Si siente que su capacidad de estar voluntariamente aquí no está donde necesitas que esté, tal vez la mejor decisión sea irse en lugar de incumplir las reglas y molestar involuntariamente a los monjes, monjas y resto del personal – incluido, por supuesto, a usted mismo «.
Día 2
Logramos levantarnos tempranos e ir a la sala principal. Del kuti a la sala principal disfrutamos de las excepcionales panorámicas. Montañas con nubes retorciéndose en espectaculares danzas entre las altas piedras calizas con la salida del sol, justo en la parte inferior. Las serpientes también debían estar disfrutando las impresionantes vistas porque no vimos ninguna.
Entre la niebla surgió la sala principal, con gente toda vestida de blanco distribuyendo platos de arroz. Nos dieron uno a cada uno y nos enviaron a una línea blanca de gente sentada a lo largo de la sala. No se brindó ninguna explicación y eso sumado a la temprana hora nos tenía muy confundidos. La línea se dividía en dos, una mitad femenina y otra mitad masculina.
A las 6:30 de la mañana, después de que todos detuvieron sus tareas y se pusieron en la misma línea, una especie de campana comenzó a sonar. Unos segundos después, lenta, silenciosa y suavemente, los monjes comenzaron a aparecer. Cada uno vistiendo sus bonitas túnicas naranjas y una olla entre sus brazos. Se movían en fila caminando paralelos a la nuestra, deteniéndose frente a cada uno de los novicios (nosotros) para que les sirviéramos una cucharada de arroz por olla abierta. Básicamente les estábamos proporcionando su desayuno a través de esta ceremonia.
Afortunadamente para nosotros, la dieta del novicio incluía más que arroz. Después de la ceremonia, pudimos sentarnos y tomar un desayuno muy completo. Café, té, plátano, arroz, verduras. Todo vegetariano y delicioso. Una de las paredes contaba con un papel informativo.
«Reglas de etiqueta en Wat Pa Tam Wua
1. Se requiere permiso del abad o de la persona designada y registro a su entrada para su estadía en este templo.
2. También se requiere un comportamiento adecuado (pararse, caminar, sentarse, dormir). No moleste a otras personas y criaturas vivientes, así como cuidar las propiedades de este templo.
3. Evite el habla inapropiada; mintiendo, usando palabras descorteces, haciendo mucho ruido.
4. Todos los vicios, especialmente fumar, beber, drogas y juegos de azar, no están permitidos.
5. Haga sus actividades personales diarias según lo programado y participe en las actividades del templo según corresponda.
6. Mantenga limpio su cuerpo, casa, baño, sala del templo y alrededores.
7. No se permite ningún tipo de carne en el recinto del templo.
8. No cocine ni coma en las áreas residenciales.
9. La mujer no puede hablar con un monje personalmente ni permanecer en la residencia de un monje después de las 8 p.m.
10. La mujer y el hombre no pueden permanecer en la misma habitación.
11. Preste atención a las instrucciones del monje. Muestre respeto por la orientación y la enseñanza del abad o los monjes designados.
12. Antes de partir, limpie su kuti y la ropa prestada, devuelva la llave e informe al abad o la persona designada.
13. Si alguien no puede seguir las reglas de etiqueta de este templo, él/ella debe tratar de ajustar/corregir su comportamiento, o abandonar el templo dentro de los tres días».
Terminamos nuestro desayuno y fuimos a la recepción porque ayer no habíamos tenido tiempo de registrarnos. Una chica alemana que trabajaba allí de manera permanente nos preguntó algunos detalles personales mientras tomaba nota. Nombre, apellido, cantidad de días que se quedarán, etc.
Nos informó que podíamos quedarnos un mínimo de 3 días y un máximo de 10 días solamente, el protocolo de vestimenta era pantalón largo blanco y camisa que cubría los hombros. Nos entregó una guía sobre el budismo con las preguntas frecuentes. Para los principiantes como nosotros no era una obligación meditar solos en el Kuti. Nos explicó que Wat Pa Tam Wua está abierto a todo público que busque prácticas de espiritualidad, sin costo alguno, pero que no trabajan de hotel ni resort. Esperan disciplina en la práctica, seguir el horario diario, mantener sus áreas ordenadas y ayudar. Las dos comidas que se sirven son vegetarianas. El té, café, jugo o leche están a disposición para consumir en cualquier momento del día. Todo nos pareció lógico y justo.
Después de una introducción bastante más completa a la que nos había dado Kola comenzó la primera meditación. Vipassana o Mindfulness on Breathing («Concientización al Respirar») es la práctica principal aquí. Los monjes de habla tailandesa e inglesa proporcionan a las comunidades laicas instrucciones adecuadas de meditación, así como opiniones apropiadas sobre leyes y fenómenos naturales.
La idea principal es ser capaz de vaciar la mente para controlarla. Primero caminamos en línea alrededor del bosque, muy muy lentamente. Terminada la caminata regresamos a la sala principal y nos acostamos en el suelo para la segunda meditación. Eventualmente hay que sentarse en posición de loto (o en cualquier posición en la que nuestros pies no apunten hacia la estatua de Buda o hacia los monjes) para finalizar la última parte de la meditación. Gran parte del tiempo hay que mantenerse en silencio y de vez en cuando cantamos algunos versos en tailandés (suponemos que mantras). La meditación de la tarde es exactamente igual.
El almuerzo tuvo la misma ceremonia que el desayuno, una línea de novicios y novicias entregando arroz a una línea de monjes, con la diferencia de que esta vez los monjes podían comer más que arroz.
A las 4 p.m. era la hora de limpiar el monasterio y fue la actividad que más disfrutamos. Podíamos elegir cómo ayudar. Nadie te controla y uno se siente con más libertad de interactuar con otros novicios. Nos juntamos con Guillermo, un español sevillano, y una chica ucraniana para alimentar a los peces del estanque. La ucraniana tenía pegado al pecho un letrero de «El silencio es felicidad», lo que significa que estaba haciendo un entrenamiento de meditación silenciosa para evitar hablar con nadie. El español, por el contrario, estaba muy feliz de poder hablar con otros hispanoparlantes.
Guillermo era enorme, un hombre con músculos entrenados del boxeo, tatuajes cubriendo brazos y piernas, barba larga y enredada. A primera vista podría pasar por un hombre duro y malote. Por el contrario, charlando con él descubrimos una persona maravillosa que terminó en el monasterio después de tres meses como voluntario en Calcuta (India) en un hospital para niños discapacitado. Los niños lo llenaban de alegría pero la pobreza en la que se encontraban sumergidos lo devastaba emocionalmente. Nos confesó que su inglés era muy malo y que apenas entendía lo que decían los monjes. De ahí en más actuamos de traductores inglés-español y empezó a disfrutar las instancias grupales.
En nuestro tiempo de relax de las 5 p.m. nos fuimos a pasear por las bonitas cuevas de los alrededores y los senderos de montaña. La caminata nos recompensó con varios lugares interesantes. Cuando el sol comenzó a esconderse detrás de la línea del horizonte llegó el momento de la última meditación. En esta última solo meditamos y cantamos sentados. Al terminar nos retiramos a nuestros respectivos kutis para meditar por nuestra cuenta y dormir. Decidimos solo dormir, demasiada meditación para un solo día.
Día 3
La vida en el monasterio se construye a partir de la rutina. No está tan fuertemente regulada como otros monasterios, sin embargo el horario diario se repite. Al igual que el día de ayer, nos despertamos a las 5:00 a.m. para practicar meditación por nuestra cuenta, seguido de ofrecer arroz a los monjes y el desayuno. Luego un breve descanso antes de la práctica grupal de la mañana, que son las dos horas de meditación caminando, acostados y sentados. Y así sucesivamente con el resto de actividades.
El tercer día entendimos mejor algunas cosas (quizás gracias a actuar como traductores para Guillermo). Aprendimos que no es realmente necesario practicar en estricto silencio la meditación Vipassana. Esta regla de silencio no es en sí una práctica budista, sino un concepto occidental surgido de la influencia de otras religiones.
Nos explicaron que Buda nunca aconsejó practicar la meditación silenciosa y que es contra-producente para lograr la relajación. Nos indicaron que quien practica la meditación silenciosa todavía está hablando pero hacia adentro. Por lo tanto, practicar la meditación silenciosa no hace que tu atención se vuelva más fuerte o más aguda, sino que te ayuda a desarrollar la conciencia plena, a pensar cuidadosamente antes de hablar, a ser consciente al hablar y a practicar el escuchar con atención a los demás.
También comprendimos un poco más sobre sus tradiciones. Les explicamos a los monjes que para los occidentales como nosotros es difícil aceptar muchas de las costumbres que vienen con el budismo tailandés y les preguntamos si era realmente necesario seguirlas. Ellos respondieron que depende de dónde estés.
Si un tailandés se queda en un monasterio budista en Occidente, entonces algunas costumbres no serán las mismas que en Asia y no habrá necesidad de realizarlas, pero puede que para el tailandés otros hábitos occidentales le resulten nuevos y extraño. Hay que recordar que no todas las personas que visitan y se quedan en el Monasterio tienen las mismas ideas, por lo que debe haber algo en común para unificar y ese algo son las reglas y rituales.
En Tailandia, por ejemplo, el budismo se encuentra entretejido en la estructura social y hay muchas costumbres asociadas que no están estrictamente relacionadas con las enseñanzas de Buda. Muchas de ellas tienen significados simbólicos traídos del budismo, que en sí mismos no están demasiado fuera de lugar si uno los entiende. Sin embargo, un visitante occidental puede confundir el origen de cada una e interpretarlas como extrañas. El ser capaz de poder aceptarlas o no es realmente una cuestión de dejar ir y concentrarse en la práctica.
No todos los monasterios o centros de meditación en Tailandia tienen las mismas prácticas, pero para todas ellas es necesario mezclarse con la sociedad porque rechazar abiertamente las costumbres locales causaría malentendidos. No es necesario aceptarlos como verdades, sino utilizarlos como parte de la capacitación, como una oportunidad para expresarse de manera diferente. Si se busca capacitación en Tailandia, entonces aceptar las costumbres y tradiciones locales es un pequeño precio a pagar por la orientación de una meditación bien practicada.
Los monjes responden pacientemente a todas las preguntas que tengas. Los últimos días nos sentimos felices. Felices por la gente que conocimos allí (con Guillermo mantenemos el contacto hasta hoy en día), felices de haber tenido la oportunidad de vivir con los monjes, felices de recibir su guía y aprender de ellos, felices de haber podido disfrutar de ese hermoso lugar y especialmente felices de haber podido descansar. Empezamos escéptico en el Monasterio del Bosque de Wat Pa Tam Wua y terminamos ampliamente satisfecho. Y eso que no debemos haber llenado ni un 1% de la barra para alcanzar la iluminación.
Antes de abandonar nuestros respectivos kuti los limpiamos, juntamos la ropa de cama y la ropa blanca que nos proporcionaron el primer día y la dejamos en la cabaña Nº33 cerca de la lavandería. Devolvimos las llaves de los kuti a los voluntarios permanentes y completamos la línea en el libro de salida. Todo tiene un final, y después de tres días ya era hora de dejar este lugar lleno de buena energía.
Cómo salir del Monasterio del Bosque de Wat Pa Tam Wua
Salir del monasterio es fácil. Se puede utilizar la furgoneta amarilla que va hasta la misma puerta del templo a las 8:15 a.m. o caminar hasta la carretera principal y tomar el autobús público que pasa a las 13:00hs. El viaje hasta el pueblo de Pai cuesta 100 bahts.
Para llegar a Mae Hong Son solo sirven los autobuses que pasan por la calle principal a las 8:45 a.m. y a las 13:30 hs. El boleto cuesta alrededor de 60-80 bahts. O hacer dedo/autostop como hicimos nosotros (nuevamente) para regresar.
Las afueras de Den Chai
A lo largo del camino entre las montañas sobran los lugares interesantes: un sitio dedicado a las brujas, un parque infantil con una hamaca cuádruple de 360 grados, unas vistas increíbles. Si tenés la oportunidad de ir parando en cada uno de ellos mejor que mejor.
Bajando las montañas se pasa nuevamente por Pai que, aunque lleno de extranjeros, bien puede valer la pena para pasear por sus tiendas un rato. En nuestro regreso a dedo nos levantó un japonés llamado Ikea que nos invitó a quedarnos con su mujer tailandesa y su hija. De camino, Ikea nos hizo de guía local y paramos en varios sitios impresionantes.
Uno fue Wat Phra That Suthon Mongkhon Khiri, un templo rodeado de un enorme buda femenino reclinado y acompañado por una especie de barca enorme con cuerpo de ave y cabeza de elefante en colores dorados. Nos dejó deslumbrados. También nos mostró un albergue de elefantes con un hospital de elefante, Mae Lao – Mae Sae Wildlife Sanctuary, donde vimos un elefantito bebé de tan solo tres años. Dejamos marcados los lugares en nuestro mapa de Viajar a Tailandia.
Ikea vivía en Ban Buak Pong, un pueblito rural a las afueras de Den Chai. Sencillo, con precios baratísimos, la casa de Ikea enorme, algo descuidada pero moderadamente prolija. Compramos suficiente comida como para socarnos a solo 10 baht. Diego degustó por segunda vez grillos y bebimos cerveza local. Terminamos la velada con Ikea y su familia bebiendo y comiendo a gusto en un pueblo donde debíamos ser los únicos turistas. Las maravillas de viajar a dedo.
Esperamos que con esta info ya puedas ir por ahí explicando a la gente que es el budismo. ¿Te quedarías en un Monasterio Budista en Tailandia? Comparte tus ideas en los comentarios