Tetouan, o Tetuán, apodada «La paloma blanca» de Marruecos por sus edificios blancos, es una ciudad que desde el siglo XIV ha estado en estrecha relación con España. Tanto que la eligieron como capital del país durante el Protectorado Español (1912-1956). Actualmente es la residencia de verano del monarca y su medina está declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Por eso procedemos a contarte en esta guía qué ver en Tetotuan.
Que encontrarás aquí
Cómo llegar a Tetouan
Tetuán es accesible desde Chefchaouen y Tánger en autobús. Por el momento no hay tren. El precio Chefchaouen-Tetuán en la compañía Bus CTM es de 25 MAD (dirham marroquí) por persona y Tanger-Tetuán es de 30 MAD/persona. CTM y Supratours arriban a sus propias estaciones ubicadas en Avenue Cheikh Mohamed Al Mekki Nassiri. CTM en el centro y Supratours un poco más lejos. Las demás empresas llegan a Gare Routiere, sobre Avenue 9 Avril a 1,5 km del centro.
Desde y para Ceuta solo se llega en Grand Taxi, automóviles de 5-8 plazas compartidos, y la «terminal» es sobre Avenue Hassan I, donde se los ve pegados en hilera. El precio Ceuta-Tetouan en Grand Taxi es de 20 MAD por persona.
Moverse por Tetouan
Alcanzar la medina (casco histórico) desde las terminales de bus es un tramo en subida que aunque cansador se puede hacer caminando. Una vez en el centro todo está a distancia de pie.
Dormir en Tetouan
El alojamiento se concentra en la zona histórica (a menos que tu destino sean las playas) y hay de todo tipo. Los hostels, como en el resto de Marruecos, son raros. Lo más económico que en promedio se puede conseguir es habitación privada por 130 MAD la noche. En temporada baja lo ideal es ir en persona y pelear el precio en vez de reservar online. En temporada alta también se puede pero hay riesgo de quedarte sin lugar en los sitios más baratos.
Qué ver en Tetouan
La principal actividad de Tetuán es pasear por su histórica Medina. Durante los siglos XV y XVI, fueron muchos los refugiados judíos y musulmanes expulsados por los Reyes Católicos de la Península Ibérica, principalmente Andalucía, que se instalaron en Tetuán. Su influencia se nota en la lengua española, utilizada por muchos tetuaníes, y en la estética de su Medina, muy diferente con respecto a otras famosas medinas como la de Fez o la de Marrakech.
Pequeña en comparación, la Medina de Tetuán se encuentra dentro de un espacio amurallado con siete entradas (bab) y se divide en tres secciones: la andaluza, la bereber y la judía; cada una con su propia mezquita, hammam, horno y fuente de agua. Esta división respondía a los grupos étnicos y religiosos que históricamente vivían en Tetuán. Hoy por ejemplo ya no existe una comunidad judía en la ciudad, solo queda la Sinagoga Isaac ben Walid que funciona como museo.
Las principales entradas son Bab Ruah desde la plaza del Palacio Real y Bab Al Okla. Bab Ruah es la que por defecto suelen ingresar los turistas y donde se encuentra la sección judía. Los zocos de la medina (mercados tradicionales) se dividen por categoría y son sencillos y espaciados, sin abandonar el ruido y la desprolijidad.
Hay zoco de zellige (azulejos), de alfarería, de zapatos, de dulces, de joyas, de grabados en yeso, de alfombras, de ropa, de frutas y verdura, de carne, de especias, etc. A su vez Tetuán cuenta con su propia curtiduría de más de cinco siglos de antigüedad. Menos famosa que las de Marrakech y Fez pero mucho más tranquila.
Alejándose de los zocos cuesta arriba se puede zigzaguear sin rumbo por las casas blancas, escalonadas en la ladera de la montaña, hasta llegar a los límites más altos. Para los amantes de los miradores, hay buenas panorámicas desde la vieja fortaleza (kasbah) ubicada en lo más alto de la colina.
Fuera de la medina es bueno tomar un descanso el la Plaza Feddan, de orígenes andaluces, e interesante pasear por la calle peatonal Avenue Mohammed V, atiborrada de gente tomando un café, sentadas en los restaurantes, visitando boutiques, metiéndose en las tiendas y comiendo en los puestitos ambulantes. Los blancos edificios de la peatonal son de época colonial. La calle comercial Avenue Mohammed V muere en la plaza Moulay El Mehdi, una rotonda antiguamente denominada plaza Primo de Rivera y acompañada por la iglesia Nuestra Señora de la Victoria (aún en funcionamiento).
Toda la zona nueva resuma Protectorado Español. Si te interesa ver la influencia española de principios del siglo XX aquí también encontrarás el Colegio Español Jacinto Benavente, el Instituto Cervantes y el Teatro Español. A todo este barrio por fuera de la medina los españoles le llamaron Ensanche (en aquella época no curtía el marketing de nombre).
En el punto de unión del Ensanche y la Medina se sitúa la enorme Plaza de Hassan II y el Palacio Real, donde el monarca viene a pasar sus vacaciones. Por seguridad, todo el perímetro exterior del Palacio Real se encuentra vallado y la Guardia Real vigila a los transeúntes. Si todavía te queda duda de cuál es, dos enormes representaciones del escudo de Marruecos sobre la fachada del palacio se encienden a la noche.
A decir verdad nosotros no nos enloqueció Tetuán tanto como a otros viajeros. ¿Sería que teníamos las expectativas muy altas? Cuando la terminamos de recorrer nos dejó sabor a poco. Irónicamente nos agradó más la peatonal Mohammed V de época colonial que la medina Unesco del siglo XVI. Sin embargo, no nos arrepentimos de haberla visitado por su riqueza cultural. Lo único que te aconsejaríamos (una opinión desde nuestra experiencia que puede que sea totalmente distinta para ti y por eso es solo un conejo personal) es no quedarte más de una noche. Con 24 horas completas para nosotros fue más que suficiente.
¿Alguna sugerencia para el post o estuviste y querés contar tu experiencia? Comparte en los comentarios 😀
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