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Peniche, Óbidos, Alcobaça y Batalha

Peniche, Óbidos, Alcobaça y Batalha

Fueron a Portugal. ¡Que lindo! ¿Y dónde estuvieron? ¿Lisboa? ¿Oporto? ¿Sintra?
Si, y también fuimos a la Región de Leiria.
¿La región de qué? ¿Y que hay ahí?
Ui, hay varios pueblos y muy bonitos. La Región de Leiria se encuentra en el centro de Portugal y no suele ser tan turística como Oporto o Lisboa. Está Peniche, una península playera muy copada; está Óbidos, una ciudad medieval encantadora; Alcobaça con su trágica historia de amor; y Batalha con el enorme monasterio ese UNESCO. Sentate y te contamos un poco más de cada uno.

Que encontrarás aquí

Peniche

Peniche es una península de 10 km de perímetro a unos pocos kilómetros de Óbidos. Todavía se mantiene parte de su muralla y su fortaleza Praça-forte de Peniche (Forte de Peniche) del siglo XVI. Desde hace algunas décadas, Peniche es sinónimo de surfing por tener unas condiciones excepcionales para este deporte. De todas sus playas, la conocida como Supertubos destaca por sus olas y es cede de campeonatos internacionales de surf, jet-ski, windsurf y bodyboard. Pero no te preocupes que también se puede ir a hacer playa normal, a la Playa de Supertubos u a otras como la Playa de Gambôa o la Playa do Medão.

Peniche también es sinónimo de pesca artesanal. Cuando pasees por su costa hasta Cabo Carvoeiro verás carteles amarillos con forma de pez en riscos aparentemente inbajables. Si agudizas la vista veras a pescadores abajo del risco, donde las olas rompen contra las rocas, pescando como si nada. Al terminar la jornada, venden bien fresquita la cosecha del día.

Para los amantes de la naturaleza, Peniche también cuenta con una Reserva Natural en las Islas Berlengas. Se puede llegar a estas islas con ferries que realizan excursiones diarias (solo de mayo a septiembre).

Dato curioso: en la isla Berlenga Grande solía haber un monasterio que se encargaba de rescatar a los náufragos pero hubo que abandonarlo por los constantes saqueos piratas.

Cartel indicando punto de pesca en Peniche.
Cartel en forma de pez.

Óbidos

Óbidos nos resultó hermoso. Un pueblo medieval todavía rodeado por sus murallas. A medida que uno se acerca a la ciudad no puede evitar sentirse transportado en el tiempo.  Esta ciudad de origen celta no tardó en ser pisada por romanos, quienes pusieron las primeras piedras para contruir una fortaleza. Arrebatada por los musulmanes, la fortificación continuó creciendo, pero es con los cristianos que termina de recibir su apariencia actual, conservando practicamente intacta su arquitectura medieval: su gruesa muralla, sus calles empedradas, su castillo y sus casas.

Uno de los monumentos más interesantes es la misma entrada al pueblo, la Porta da Vila. Su interior está revestido de azulejos del siglo XVIII y fue mandada a construir por el rey João como agradecimiento a la patrona de Óbidos, Nossa Senhora da Piedade, por la restauración de la independencia en 1640. La puerta da directo a la calle principal Rua Direita y a los lados hay escaleras que permiten ascender a la parte alta de la muralla.

Porta da Vila y Rua Direita en Óbidos
Al pasar la Porta da Vila se llega a la Rua Direita, dentro del recinto amurallado.

Todos los años en el mes de julio se realiza un Mercado Medieval de dos semanas donde se revive al completo el espíritu de aquellas épocas (de forma muy lúdica, se continua utilizando la teconología del s. XXI y todos están bañados). Si sos un amante de los libros, te comentamos que Óbidos también destaca por su cantidad de librerías. El pueblo es pequeño y para recorrerlo con un día es suficiente.

Tienen una deliciosa especialidad que no podes perderte: licor de guinda servido en pequeñas tazitas de chocolate. La segunda especialidad es un pan especial llamado Capinha d’Óbidos y su panadería de mismo nombre lo fabrica desde 1883. El nombre surgió del apellido de su fundadora, la bisabuela de la actual dueña. La receta de este delicioso pan dulce en forma de herradura a estado en la familia por 135 años y se hace con huevo, azúcar, levadura, harina, canela y varias especias que se mantienen en el secreto familiar.

Tradicional Ginja de  Obidos servido en tacitas de chocolate.
Tradicional Ginja de Obidos servido en tacitas de chocolate.

Tradicionalmente, este pan dulce se regalaba como souvenir durante los casamientos a los invitados. Se puede llegar a la panadería siguiendo el delicioso aroma que se desprende de ella. Realizan todas sus preparaciones a mano y las cocinan en horno a leña.

Como último producto típico, antes de irnos de Óbidos nos zampamos un atún en aceite enlatado, aunque esto es un producto típico de toda Portugal. En todas las ciudades veras que se vende productos marinos enlatados con diferentes diseños, todos muy atractivos. Una fábrica de conservas muy famosa y con cede en Lisboa y Oporto es Comur. Esta fábrica de comida marítima enlatada funciona desde 1942.

Alcobaça

La ciudad de los amantes. Cuenta la historia del amor prohibido entre el príncipe Pedro de Portugal y la doncella Inés de Castilla. El padre de Pedro no aprobaba el matrimonio y ordenó a dos consortes decapitar a la doncella. Pedro, encolerizado, se venga buscando la muerte de su padre. Cuando es declarado nuevo rey, obliga al pueblo entero a reconocer su matrimonio, por más que Inés ya no viva. Este amor se refleja en la ciudad y sus jardines a través del arte contemporáneo, brindando un grato paseo entre esculturas, mensajes y corazones con motivos románticos.

Pero la perla de Alcobaça no es su trágica historia de amor, es el Monasterio de Santa Maria de Alcobaça (Mosterio de Alcobaça), Patrimonio UNESCO fundado por el abad francés Bernardo de Claraval de la Santa Órden del Císter en 1178.

Monasterio de Santa Maria de Alcobaça (Mosterio de Alcobaça). Patrimonio UNESCO.
Monasterio de Santa Maria de Alcobaça.

Para su construcción eligió el fértil valle donde se une el río Alcoa con el río Baça (dicen que por eso la ciudad se llama Alcobaça). A los pies de las escaleras un hombre disfrazado de rey con capa y espada, y gritando a los cuatro vientos su estatus monárquico, escolta la entrada al monasterio. Podes sacarte una foto con él a cambio de unas monedas.

Dentro del monasterio yacen las tumbas de estilo gótico de ambos amantes (Inés y Pedro) esculpidas al detalle con escenas de la vida de San Bartolomé y de Cristo. Pedro a la derecha de la iglesia e Inés a la izquierda, en memoria a su trágica historia de amor. Sus sarcófagos rezan Até o fim do mundo… («Hasta el fin del mundo»), refiriéndose al día del Juicio Final donde esperan volver a verse.

  • Precio Entrada: Lunes a Sábados 6 €. Domingos y días festivos hasta las 14:00hs gratis.
  • Horario de apertura: 9:00-17:00hs (octubre a marzo) o 9:00-19:00hs (abril a setiembre)

Además del monasterio también se puede visitar las ruinas del Castillo Moruno; la Igreja da Misericórdia (Iglesia de la Misericordia), monumento nacional que fue mandando construir por el rey Manuel I; el Edificio da Câmara Municipal, palacete con arquitectura de influencia brasilera y romántica del siglo XIX; y el Museo Nacional del Vino, creado en 1968 en una antigua bodega de 1875.

Batalha

Si Alcobaça la encontraste chica, Batalha es minúscula. Su atracción es el Monasterio de Santa Maria da Vitória, Patrimonio UNESCO y una de las 7 maravillas portuguesas junto al Monasterio de Alcobaça.

Esta construcción de estilo gótico-manuelino nació como agradecimiento a la Virgen Maria por la victoria de los portugueses en la batalla de Aljubarrota contra los castellanos en 1385. El Rey João I había prometido su contrucción si vencían. Lograron vencer a los 30.000 soldados del ejercito de Castilla con solo 6.500 portugues al mando de Nuno Álvares Pereira, de quien podrás ver una estatua ecuestre en frente al monasterio.

Monasterio de Santa Maria de la Victoria en Batalha. Patrimonio UNESCO.
Monasterio de Santa Maria de la Victoria en Batalha. Patrimonio UNESCO.

El monasterio demoró dos siglo y siete reyes en finalizarse. En su época, fue un desafió humano y arquitectónico levantarlo. Se utilizaron estilos innovadores para su época y cantidades exuberante de materiales.

  • Precio de entrada: Lunes a Sábados 6 €. Domingos y días festivos hasta las 14:00hs gratis.
  • Horario de apertura: 9:00-17:00hs (octubre a marzo) o 9:00-18:00 hs (abril a septiembre)

Esperamos que te hay gustado esta zona poco conocida de Portugal. Si te gustó.
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