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Viajando por Rumania

Viajando por Rumania. Teatro nacional de Bucarest y esculturas de músicos en su frente. Rumania

Algunos destinos los elegimos nosotros. Otros nos eligen. Cuando nos alojamos en Kuala Lumpur, Malasia, en la casa de Maria y Eric, ella rumana y el malayo, nunca nos imaginamos que la amistad sembrada nos llevaría a visitar Rumania. Maria y Eric se habían casados en Malasia, no así en Rumania. Al año y medio recibimos la invitación para su boda en la ciudad natal de Maria: Sighisoara, pleno corazón de Transilvania. En ese momento nos encontrábamos en España sin planes concretos. Nos miramos con un mudo consentimiento y lo concretamos con un breve cruce de palabras: «¿Vamos?» «Vamos»

– Joana –

La espontaneidad del viaje me embriagó. Mi bisabuela materna había visitado esas tierras durante la época comunista de Gheorghe Gheorghiu-Dej, también por las vueltas de la vida.

Iasi, Rumania
Iasi, Rumania. 1958.

Para enriquecer su pobre sustento de maestra de escuela en Uruguay, allá por los años 50, enseñaba castellano a los hijos del embajador rumano. Inquieta de nacimiento, entre sus actividades escribía esporadicamente artículos para el diario El Popular, periódico del Partido Comunista de Uruguay.
El embajador, enterado de las afinidades políticas de mi bisabuela, le regala en 1958 un viaje pago a Rumania para conocer las bondades del partido comunista rumano. De espíritu aventurero, no dudó en cambiar su pasaje aéreo de regreso (en aquella época un lujo caro) por un retorno en barco. Le tomaría 20 días de navegación volver de Europa a Sudamérica, pero el boleto era considerablemente más barato. Con la diferencia extendería su estancia para conocer Italia y Francia, aunque esa es otra historia.
No contaba con mucho dinero. Prefirió alargar su viaje y regresar con más recuerdos, que acortarlo y retornar con bienes materiales. De Europa vuelve, como única prueba de su estancia en Rumania y recuerdo personal, con una sencilla caja de madera de caras lisas que por única decoración presentaba una campesina rumana dibujada en su tapa.

Mi madre conserva hasta hoy esa cajita. Recuerdo cuando la miraba de pequeña. La campesina me hipnotizaba. El artesano la había vestido con un delantal carmesí sobre un faldón ocre y un pañuelo color caqui cubriendo su cabeza. Cargaba una cesta en una mano y una alfombra en la otra. Su rostro se mostraba risueño. Enmarcada por dos plantas en flor, aparentaba encontrarse en algún plácido sitio de la campiña rumana. Con esta única figura como referencia trataba de imaginar Rumania. Jamás sospeché que años más tarde los vericuetos de la vida me llevarían a descubrir las tierras de mi etérea campesina, ni que su risueña cara pasaría a ser la mía.


Terminado los recuerdos y antes de ensalzar las maravillas que visitamos del país, vamos a proporcionarte algunos datos que te permitirán entender mejor su actualidad y te facilitarán a planificar el viaje.

Breve historia de Rumania

Los primeros pobladores del actual territorio rumano fueron principalmente dacios, una civilización indoeuropea. Su capital se encontraba al sureste de la actual Transilvania. De su historia ha sobrevivido hasta nuestros días las ruinas de Sarmizegetusa, antiguo centro militar, político y religioso de los dacios. Actualmente protegido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En el año 106 d. C., los dacios son derrotados por el Emperador Trajano y pasan a formar parte del Imperio Romano. Al ser una tierra rica en metales (oro, plata) y sal, el territorio prospera bajo administración romana por 200 años. Es en este período que la lengua de los dacios comienza a adaptar términos del latín vulgar.

A comienzos de la Edad Media, muchos grupos de diferentes regiones buscan avanzar en el terriotrio rumano: germanos, godos, eslavos, búlgaros y hasta mongoles.

Los húngaros conquistan Transilvania en el siglo XI y en el siglo XII a los sajones (antiguos pobladores de la actual Alemania) se los invita a instalarse. Luego darán vuelta la tortilla y serán ellos lo que pasarán a dominar varios poblados importantes de la época. Del siglo XVI al XVIII, gran parte del territorio se transforma en colonia del Imperio Otomano y se la define como la región de Transilvania. Al mismo tiempo, se empieza a definir la región de Valaquia (en ese entonces dominado por pechenegos y cumanos, pueblos de la estepa de Asia) y el territorio de Moldavia (controlado por Dragoș, un señor a las órdenes del rey de Hungría Luis I).

De a poco empieza a conformarse la futura Rumania.

A lo largo de la historia muchos tratan de unificar las tres regiones: Transilvania, Valaquia y Moldavia. Mihai Viteazul, gobernador de Valaquia, lo consigue con batallas y pactos diplomáticos en el año 1600, pero la unión tan solo dura un año. Durante el 1700, los rumanos comienzan un movimiento nacionalista y en 1859 Valaquia y parte de Moldavia se juntan. Finalmente en 1918 se fusionan las tres grandes regiones: Transilvania (antes bajo dominio austro-húngaro), Moldavia (previamante dominada por los ruso) y Tara Romaneasca o Valaquia (antes controlada por los otomanos); juntando pasados muy dispares bajo un nuevo jefe, el Rey Carol I. 

Castillo de Peles, Sinaia, Rumania

Durante la ocupación soviética, de 1947 a 1989, se obliga al rey a abdicar (que en ese momento no era Carol sino Miguel). Fueron dos los líderes comunistas en Rumania: Gheorghe Gheorghiu-Dej y Nicolae Ceauşescu. Este último dejará marcado en el pueblo rumano un régimen dictatorial del terror. Hastiados de tanto abuso, en 1989 se produce la Revolución Rumana y Nicolae Ceauşescu es derrocado y ejecutado. 

Ese mismo año se constituye el Frente de Salvación Nacional con partidarios del antiguo Partido Comunista y gobierna hasta 1996. Los primeros años, la fractura económica, la corrupción y los desastres naturales provocan una gran emigración de los jóvenes a otros países, especialmente España e Italia.

Desde el 2007, Rumania pasa a ser parte de la Unión Europea (pero manteniendo su moneda) y a partir del 2009 el gobierno decide implementar un programa masivo de inversión en infraestructura en todo el país. De a poco, el desarrollo económico, social y político ha ido mejorando en comparación con otros países de los Balcanes Occidentales y de Europa del Este. Sin embargo, en comparación con Europa occidental, Rumanía todavía se encuentra rezagada.

Estatua del Rey Carol I en el Castillo de Peles, Sinaia, Rumania
Estatua del Rey Carol I

Clima

La temperatura promedio anual es de 9ºC. En Rumania puede llegar a hacer mucho frío durante el invierno, con temperaturas bajo cero. El paisaje queda más pintoresco con nieve, pero moverse de una ciudad a otra se vuelve complejo y el frío le puede sacar a uno las ganas de caminar al aire libre. Nuestra recomendación es que, a menos que solo pases a visitar la capital o que vayas con intención de esquiar, escojas otoño, primavera o verano para conocer el país.

Religión

La religión cala hondo en Rumania y son pocos los que se consideran ateos (apenas un 1%). El 87% de la población sigue los preceptos de la Iglesia Ortdoxa Oriental. Por eso, notarás que las iglesias, monasterios y basílicas difieren en su diseño a las de Europa del Oeste (Portugal, Francia, España, Italia, etc.). El resto de creyentes se reparten entre católicos, protestantes y  otros tipos de cristianos.

Si la arquitectura religiosa  no es de tu interés, quizás si te llame la atención saber que algunas fiestas compartidas con la Iglesia católica se festejan de manera diferente y a veces hasta en fechas distintas. Esto se debe a que la iglesia católica se rige por el calendario gegoriano (el que todos usamos y conocemos) mientras que la iglesia ortodoxa se basa en el calendario juliano.

La Semana Santa, por ejemplo, suelen festejarla una semana más tarde que en los países católicos. A diferencia de España (donde se realizan procesiones de las cofradías) o de Uruguay (donde nos conformamos con evitar la carne roja los viernes y atragantarnos a huevos de chocolate el Domingo de Pascuas) en Rumania se decoran huevos (Ouălor Încondeiate), muchos de color rojo como la sangre de Cristo, y se realiza ayuno el sábado de Pascua hasta la puesta del sol.

Así que tener en cuenta el dato religioso para tu visita puede ser útil 😉

Capilla de una Iglesia Ortodoxa en Bucarest, Rumania

Idioma

El idioma oficial del país es el rumano, pero también se habla húngaro y romaní (lengua gitana distinta al rumano).

Antiguamente el territorio rumano estaba ocupado por dacios y getas, que hablaban una lengua indoeuropea. Con la conquista romana en el 106 d. C. se introdujo el latín vulgar y adoptó términos de la lengua dacia. Una vez expulsados los romanos y con la influencia de la iglesia ortodoxa hicieron presencia las lenguas eslavas, pero ya había quedado asentado en el idioma muchos términos de raíz latina. Gracias a este detalle al leer un texto en rumano, por su sintaxis y palabras similares a las nuestras, resulta relativamente sencillo de comprender. En cambio, la pronunciación cambia mucho y no es tan intuitiva como la escritura. Palabras básicas en rumano que te pueden ayudar:

  • Hola – Buna, Buna ziua, Alo, Hei
  • Adiós – La revedere
  • Buenos días – Buna dimineata
  • ¿Cuánto cuesta? – Cât costă? O puedes simplemente decir Cât? o Câtă?
  • 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9 – Zero, unu, doi, trei, patru, cinci, șase, șapte, opt, nouă
  • Gracias – Mulțumesc
  • Por favor – Vă rog
  • Disculpas – Scuze

Moneda

Antiguamente se utilizaba en la región de Rumania el tálero holandés. Como en esta moneda aparecía un león, se popularizó llamarlas por el nombre de este animal en rumano: Lei (el plural de león) o Leu (el singular de león). Aunque el tálero holandés se dejó de utilizar, el nombre le quedó. El billlete de 1 leu equivale a 100 bani (las monedas). En bancos y oficinas de cambio aparece como RON, que equivale a decir Leu.

1 USD equivale aprox. a 4,47 RON. Puedes ver la conversión actual acá.

Alojamiento

En Rumania es muy sencillo conseguir hostels en los puntos más turísticos. Hay desde hostels con habitación y baño compartido hasta hoteles con habitación privada, pero el precio puede cambiar mucho según la temporada. De octubre a mayo se puede conseguir alojamiento a unos 45 lei (aprox. 10 USD) por noche por persona o menos. En temporada alta (junio a septiembre) es necesario reservar con bastante antelación. Caso contrario puede que termines pagando como mínimo 108 lei por noche. Nuestra visita fue en abril. Por ejemplo, el hostel en Brasov para dos personas en habitación compartida nos costó 58 lei.

Acampar a la intemperie, según en que territorio lo hagas, puede ser un poco arriesgado. Rumania es uno de los países con mayor población de osos pardos en sus bosques y se caracterizan por ser poco tímidos y arrimarse bastante a las lindes del monte. En invierno hibernan, pero el frío y la nieve tampoco invitan a acampar. 

Transporte

Rumania cuenta con una infraestructura intermedia. Hay bastantes rutas, buses y trenes pero muchas veces carecen de mantenimiento, aunque esto de a poco está cambiando. Te resumimos su funcionamiento.

Tren

Vas a descubrir que en Rumania el uso del tren para moverse de una ciudad a otra es más común (y a veces más barato) que en autobús (pero no siempre más rápido). La compañía principal es CFR (Căile Ferate Române)

Regio (R) es la más lenta de todas. Para en cada estación y ofrece un servicio básico. No se reserva asiento (tampoco es que haya muchos), suelen estar mega llenos, carecen de baños y son sucios, pero increíblemente baratos. Una buena opción mochilera para cortas distancias. Que sepamos, la compra del boleto para este tipo de trenes se hace en persona, sin opción online, y en el mismo día.

Tren en Sighisoara, Rumania
Compañia CFR – Căile Ferate Române. Tren Regio.

InterRegio (IR) son más rápidos que los Regio y más cómodos (aunque eso también depende del tren, pues los hay más nuevos y más viejos). En estos trenes se puede elegir entre 1ª y 2ª clase. Existe la opción de InterRegio Night train, que te permite realizar recorridos largos y ahorrarte la noche de alojamiento. El precio varía según la cantidad de literas por vagón (de cuatro a seis).

IncerCity (IC) ofrecen comodidaes como aire acondicionado o luces de lectura individual pero son los más caros. También tiene diferentes clases, incluida la Executive. Tanto para los IR como para los IC se puede realizar la compra online del ticket.

Para que tengas una idea, el costo por persona para nosotros de Brasov a Sighisoara fue de 18,30 lei y de Sighisoara a Bucarest fue de 66,30 lei. De Brasov a Sighisoara utilizamos un Regio (la mega barata) y de Sighisoara a Bucarest un InterRegio.

Vagón de tren con dibujo de ave fenix.

Autobús

Aunque el tren se utiliza mucho, no llega a todos los rincones. Dos compañías utilizadas son TASA Suceava y Duda Trans.

Pero si deseas ir a la opción más económica lo ideal es averiguar directo en la estación central, ya que muchas compañías locales no cuentan con página web.

Por ejemplo, a nostros nos costó 15,90 lei por persona el bus local del aeropuerto de Bucarest al centro de la capital.

Comida

Los rumanos son fanáticos del café. En Bucarest y los pueblos grandes veras máquinas expendedoras de diferentes marcas que solo venden café. Lo más increíble es que además de barato (suele costar solo 2 lei) es rico. Usualmente el café de máquina expendedora suele tener un sabor horrendo, pero las de Rumanía son la excepción a la regla. No te preocupes, si no te va ese café también se consigue barato en las cafeterías y bares, con un costo de entre 5 y 7 lei según lo que pidas. Otra cosa que nos llamó la atención es que en algunas regiones del país, estilos de café como el capuccino te lo sirven con pajita.

Respecto a los sólidos, para ser la tierra de Drácula el ajo se encuentra presente en casi todas las preparaciones. Por otro lado, debido a su mezcla cultural hay comidas «típicas» de Rumania que también lo son en otros países como Hungría o Bosnia. Esto sucede, por ejemplo, con el mici o mititei, un plato tradicional que consiste en una salchicha asada regordeta hecha de carne de cerdo y ternera (o cordero y ternera). Aunque una leyenda popular dice que se crearon en Bucarest.

Algo similar sucede con el palinka. Bebida alcohólica típica de Transilvania y de Hungría hecha a partir de varias frutas, comúnmente ciruela, pera o durazno, aunque también se puede hacer de manzana, cereza o membrillo. Para ser considerado palinka tiene que estar 100% hecho con frutos y/o hierbas de los Montes Cárpatos. Su graduación alcohólica va de 35 a 70%.

Por su clima preponderantemente frío, muchos platos clásicos consisten en sopas, como el ciorba cu fasole boabe (sopa tradicional de Transilvania hecha de porotos, jamón ahumado y verduras), el ciorba rădăuțeană (sopa de pollo y verduras) o la ciorbă ardelenească de porc (sopa clásica de Transilvania de carne de cerdo y estragón). Pero la que más nos ha sorprendido es la ciorba de burtă, una sopa de mondongo de ternera, crema doble, ajo, vinagre y verduras que agrada hasta a aquellos que repudiamos esta tripa, los anti-mondongo (aquí Joana, presente).

Otro plato del que somos poco fanáticos pero en Rumania lo transforman en delicioso es el mămăligă cu brânză și smântână, que es polenta rellena de tocino, crema doble y queso.

En puestitos callejeros se come pretzels (llamados covrigi), langoşi (bizcocho cuadrado relleno de queso), gogoşi (rosquilla  con azúcar), los mici antes mencionados y excelentes pasteles como merdenele, dobrogene, poale-n brau y ardelenesti. También son populares el kebab y el shawarma (o şaorma).

Puesto de Kurtos en Rumania
Puesto callejero de kürtős kalács, deliciosos cilindros de fina masa y canela.

Para un bajo presupuesto, se puede sobrevivir comiendo por 8 lei en la calle refuerzos y similares.  Para un plato bien servido en un restaurante el costo será mínimo de 15 lei.

Ruta de viaje por Rumania

Nuestro viaje por Rumania fue de diez días. A diferencia de la bisabuela, que pudo demorar su regreso, nosotros no corríamos con esa suerte. Al no contar con suficiente tiempo, muchos lugares que deseabamos conocer tuvimos que desacartarlos.  Esperamos a futuro regresar para conocerlos y poder incluirlos en las aventuras de Jerry Viaja. Las ciudades que visitamos y de las que puedes enterarte de detalles pinchando sobre ellas son:

  1. Bucarest. La Paris del Este. Capital de Rumania y centro cultural y económico. En sus calles se notan las huellas de los últimos dos siglos.
  2. Sinaia. El príncipe Carol de Hohensollern-Sigmaringen, y más tarde rey Carol I de Rumania, quedó embelesado con este pueblo y fue elegido para albergar la Residencia Real de verano.
  3. Brasov y el Castillo de Bran (mal conocido como Castillo de Drácula). Brasov fue fundada por los sajones cristianos (artesanos y mercaderes alemanes) en la Edad Media y ha sabido conservar su aspecto medieval hasta nuestros días.
  4. Sighisoara. Ciudad medieval fundada por los sajones de Transilvania. Su centro histórico mantiene fielmente su histórica apariencia de pueblo medieval. 

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