Castilla y León es la Comunidad Autónoma más extensa de España y se ubica en la parte norte de la Península Ibérica. Su nombre es fruto de la unión entre el que era el Reino de León con el Reino de Castilla en el año 1230, en ese entonces un territorio más amplio que se simplificó a lo que es hoy en 1983. Te invitamos a visitar 5 excelentes lugares que ver en Castilla y León, cuna de la lengua castellana.
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Gastronomía de Castilla y León
Castilla y León es internacionalmente conocido por la calidad de sus vinos. Hogar de famosas bodegas como Ribera del Duero, Toro y Rueda. La gastronomía tradicional utiliza mucho cerdo: lechazo asado, cochinillo asado, morcilla, jamón, botillo, etc. Otros platos típicos son la sopa de ajo, las patatas a la importancia y el hornazo.
A pesar del nombre poco original (‘hornazo’ es porque se hace al horno) esta preparación fue la que más nos llamó la atención. Consiste en una especie de empanada gigante con forma y masa de tarta decorada por fuera con rombos y rellena de diferentes embutidos (chorizo, lomo, panceta, jamón) y opcionalmente huevo. Un bombazo estomacal mata ayunos. Es el aperitivo estrella de Salamanca.
De postre hay que probar Yema de Santa Teresa, especialidad de Ávila hecho con yema y azúcar, y Ponche Segoviano, un delicioso dulce cilíndrico relleno de yema con azúcar y cubierto con un glasé de mazapán que es la especialidad de Segovia.
Qué ver en Castilla y León – Frías
Frías hereda su nombre de la primer aldea del s. IX, Aguas Fridas, emplazada sobre la abrupta plataforma de La Muela, a los pies de los Montes Obarenses. De esa época quedó la Iglesia de San Vicente y poco más. El auge de Frías es con el reinado de Alfonso VIII (1158-1214) que la repuebla, le proporciona carreteras, la transforma en centro comercial y punto defensivo y le otorga fueros. De aquellas fechas a la actualidad, Frías creció poco y pausadamente, manteniendo su aura de pequeña villa medieval que le proporcionó el ingreso a la lista de los Pueblos más bonitos de España.
Al llegar a Frías lo primero que se ve es el Puente Medieval de origen romano y reconstruido varias veces durante la Edad Media, que permite cruzar el caudaloso Ebro. Cumplía un rol fundamental conectando la calzada comercial entre la Meseta y la costa del Cantábrico. Alza la cabeza y observa las simpáticas Casas Colgadas, construidas de toba y madera al borde del acantilado de La Muela.
Cruzando el puente verás a la izquierda la Iglesia de San Vítores del s. XIII y al fondo los antiguos lavaderos sobre el río Molinar. Las primeras casas que se ven en el ascenso pertenecen al ‘barrio de abajo’, conocido como La Judería por el gran número que supo haber de ellos. Al continuar para la cima se accede al ‘barrio alto’, donde vivían las personas de alta categoría social. Aquí se encuentra en el extremo del peñón el Castillo de los Duques de Frías, inicialmente una fortaleza del s. X, y parte de sus murallas añadidas en el 1201 que hoy se extienden hasta la Iglesia de San Vicente, la primera del pueblo.
Aprovecha las vistas panorámicas desde la cima y, si te gusta el senderismo, realiza la ruta a la cascada del río Molinar. Un kilómetro de tranquilo paseo por la naturaleza de los Montes Obarenses. Frías es muy pequeña y se recorre fácil. No obstante, puedes descargar el mapa de la villa en la página oficial de su Oficina de Turismo.
Qué ver en Castilla y León – Burgos
Burgos es una preciosa ciudad señorial. Fundada en el año 884, fue capital del reino de Castilla y León durante cinco siglos. Su momento de máximo esplendor lo alcanzó entre los siglos XV y XVI, gracias a las actividades comerciales. Los comerciantes de Burgos erigieron grandes casas y palacios (como el Palacio de Castilfalé -actual Archivo Municipal- y la Casa de los Cubos -actual albergue de peregrinos-) y levantaron iglesias y monasterios. Además, Burgos se convirtió en centro artístico.
La joya principal de Burgos es su Catedral, obra cumbre del gótico español declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Comenzada en 1221 por orden del rey Fernando III, su construcción se prolongó hasta 1765. Admira sus elegantes torres coronadas con agujas y las múltiples esculturas de su fachada principal, la Puerta del Perdón, sobre la Plaza Santa María. Por 7€ se puede visitar el interior con audioguía incluida. Nosotros lo pagamos y merece la pena. Además de estar muy linda por dentro, hay toda una parte que funciona de museo y está muy completo.
Como antiguamente Burgos cumplía un papel clave en la Ruta Jacobe del Camino de Santiago, la ciudad estaba llena de iglesias y hospitales para recibir y atender a los peregrinos. Es así que surgió la Iglesia de San Nicolás, templo gótico del 1408, o el Hospital del Rey, donde se entregaba diariamente vino, pan, potaje y carne a los peregrinos. Puedes visitar ambos edificios al salir de la Catedral.
Burgos es también hilo conductor del Camino del Cid, el legendario caballero Rodrigo Díaz de Vivar apodado Cid Campeador. Este heroico personaje (que aunque real mucho tiene de leyenda) nació en la región de Burgos y sus restos reposan junto a los de su esposa, Doña Jimena, en la Catedral de Burgos. Una estatua ecuestre del Cid vigila el cruce del río Arlanzón por el Puente de San Pablo, con ocho esculturas de los personajes más próximos al héroe.
Sobre las orillas del Arlanzón está el Paseo del Espolón, un bonito jardín con estatuas en honor a la Castañera y al pintor Marceliano Santa María. Al terminar el jardín se encuentra el Arco de Santa María, antaño la entrada más importante de la ciudad amurallada. Fue construido entre los siglos XIV y XV sobre una antigua torre que protegía el puente de Santa Maria.
El conjunto de esculturas labradas en su fachada es un homenaje al emperador Carlos V, al Cid, al conde de Castilla Fernán González y a otros ilustres personajes de Burgos. En su interior está la Sala de Poridad (donde se reunía el Concejo de la ciudad hasta 1780) y el Museo de la Farmacia (con tarros y botes cerámicos del siglo XVII al XIX procedentes del antiguo Hospital de San Juan). El Arco además custodia el radio (hueso del antebrazo) del Mio Cid.
Al cruzar el Arco llegarás a la Plaza del Rey San Fernando, rodeada de tiendas comerciales, bares y restaurantes. Nada mejor que rebotar por el Casco Antiguo hasta la Plaza Mayor disfrutando el ambiente y observando su arquitectura civil. El más interesante es la Casa del Cordón, donde Cristobal Colón fue recibido por los Reyes Católicos tras su segundo viaje desde las Américas. El Museo de Burgos también se compone de las históricas Casa de Miranda y Casa de Angulo.
Finaliza el paseo por Burgos con las mejores vistas a la ciudad desde la cima del cerro del Castillo. ¿Fanático de la Antropología? Agrega a tu itinerario una visita al Museo de la Evolución Humana, con exposición de fósiles de los primeros seres humanos que se asentaron en Europa; o también se puede ir directamente al sitio de origen, el Yacimiento de Atapuerca Patrimonio de la Humanidad UNESCO, a solo 15 km de Burgos.
Encuentra mapas descargables de Burgos en la web oficial de la ciudad.
Qué ver en Castilla y León – Salamanca
Salamanca cuenta con un centro histórico Patrimonio Mundial de la UNESCO que nos deslumbró. Su Universidad, la más antigua de España y joya del arte renacentista, se comenzó a construir en 1218 bajo orden del rey Alfonso IX y se finalizó con Alfonso X «El sabio». Se compone de una planta cuadrada con patio central y artísticas fachadas y está pegado a las Escuelas Mayores, las Escuelas Menores, el Hospital del Estudio y varios colegios.
La Universidad de Salamanca se galardona de haber tenido las primeras alumnas universitarias (Beatriz Galindo y Lucía de Medrano que luego fue profesora allí), el primer bibliotecario con sueldo y de haber propuesto al Papa Gregorio nuestro actual calendario (antiguamente se utilizaba el calendario juliano). Estudiantes relevantes fueron Adolfo Suárez, Pedro Calderón de la Barca, Hernán Cortés, el Conde-Duque de Olivares, Tomás de Torquemada y Antonio de Nebrija, entre muchos otros.
DATO CURIOSO
Antonio de Nebrija fue el creador de la primera gramática del castellano en 1492 y también fue el primer occidental en reclamar derechos de autor.
La Plaza Mayor de Salamanca es una de las más bellas de España y el epicentro de la ciudad. De estilo barroco, le rodean edificios de tres pisos -incluido el Ayuntamiento- soportados por arquerías de medio punto que forman una galería repleta de bares, tiendas y cafés. Miguel de Unamuno, escritor y filosofo español que fue rector de la Universidad de Salamanca, la describía como «el corazón henchido de sol y aire de la ciudad«.
Bajando por R. Mayor llegarás a La Clerecía, actual sede de la Universidad Pontificia, y a la Casa de Las Conchas, palacio gótico del s. XV con su fachada toda cubierta de estos moluscos. Pronto se está frente a la Catedral de Salamanca, formada por la unión de la Catedral Vieja (s. XII) con la Nueva (s. XVI), con sus torres sobresaliendo por encima del casco. Otro importante edificio religioso es el Convento de San Esteban, que fue albergue de Colón durante su visita a la ciudad para presentar en la Universidad de Salamanca su proyecto de viaje a las Indias por el Occidente.
Como plus, durante nuestra visita había repartido por todo el casco antiguo esculturas del artista chino Xu Hongfei en honor al año del chancho. Las esculturas buscaban ser expresiones de la felicidad escondidas en lo simple, cotidiano y ordinario. Las había en Plaza de Santa Eulalia, frente a la Torre del Aire, en Plaza de Colón, en el Palacio de la Slianfa y frente a la torre Clavero. La colección nos gustó mucho y además de ver nuestras fotos te recomendamos visitar la web del escultor Xu Hongfei para descubrir el resto de sus trabajos. Y continuando con el arte callejero, si te gustan los murales busca los doce que hay repartidos en el Barrio Oeste.
Por otro lado, un paseo por la ribera del río Tormes te guiará hasta la escultura del Lazarillo de Tormes, protagonista nacido en Salamanca del famoso cuento anónimo; y al verraco de piedra, estatua con forma de toro e incierto significado que fue hallada en el lecho del río. Ambos monumentos custodian la entrada al Puente Romano o Puente Mayor, hasta el siglo XX el único que daba acceso a la ciudad. El puente se construyó a finales del siglo I d. C. por los romanos como tramo de la extensa Vía de la Plata que unía la zona sur de la Península Ibérica con la costa norte. Actualmente solo los primeros quince arcos más cercanos a la ciudad histórica son originales. Los restantes once fueron reconstruidos en época moderna.
Salamanca parecerá pequeña pero tiene mucho para pasear y ver. Te recomendamos visitar la página oficial de Turismo de Salamanca para descubrir más lugares y actividades y descargar planos y mapas de la ciudad.
Qué ver en Castilla y León – Ávila
A orillas del Río Adaja se observa el impresionante recinto amurallado de la Ciudad Vieja de Ávila, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO junto a sus iglesias extramuros. Su muralla de dos kilómetros y medio de largo con forma de rectángulo irregular se erigió en el s. XII para controlar el ingreso de mercancías y frenar los ataques enemigos. Tiene 87 torreones, nueve puertas de acceso y una pasarela superior por la que los centinelas hacían sus rondas, hoy transformada en paseo panorámico para los visitantes.
Al ingresar a la Ciudad Vieja por la Puerta de la Catedral se ven adosadas a los muros y alrededor de las plazas casas y palacios del s. XV y XVI. Los más destacados son el Palacio de Los Águila, P. de Sofraga, P. de Los Verdugo, P. de los Velada, P. de Valderrábamos, P. de Juan de Henao, P. de los Polentinos, P. de Nuñez Vela y la Casa de los Almarza. Algunos convertidos en museo, otros en hoteles, de otros solo quedan las ruinas.
La Catedral de Ávila también está adosada a la muralla y por lo tanto tiene dos entradas: la principal, flanqueada por dos torres, y otra lateral intramuros. La parte más antigua de esta catedral-fortaleza es del s. XI y se considera la primer catedral de estilo gótico de España. Otros edificios religiosamente importantes son el Convento de Santa Teresa (s. XVII), dedicado a Teresa de Cepeda y Ahumeda, y la Basílica de San Vicente extramuros, modelo del románico.
DATO CURIOSO
La Reina Isabel la Católica (1451-1504) pasaba largas temporadas en dos emblemáticos monasterios de Ávila: Monasterio de Santa Ana y Monasterio de Santo Tomás. Esto les otorgó el título de «Real Monasterio».
Puede que te sorprenda encontrar sinagogas en el casco antiguo. Es porque antiguamente Ávila era hogar de una fuerte comunidad judía. La Sinagoga de Belforad hoy es un hotel y la Sinagoga de Fiso Don Simuel, que funcionaba como la principal, fue transformada en la Capilla de las Nieves. El antiguo cementerio judío (extramuros) hoy se conoce como Jardín de Sefarad.
En la parte externa de la Puerta de la Adaja, pegado al río y a la muralla, estaban las Tenerías de San Segundo, lugares para trabajar el cuero que pertenecían a los judíos. Hoy el sitio está como un museo a cielo abierto en que se exponen las viejas ruinas de la tenería. Para entender mejor como funcionaban estas antiguas fábricas de cuero, te recomendamos leer nuestra experiencia en la tenería de Fez y en la tenería de Marrakech.
Lo mejor para cerrar la jornada en Ávila es apreciarla al atardecer desde el mirador 4 Postes, al otro lado del río, y aguardar hasta que anochezca y toda la muralla quede bellamente iluminada. Para ayudarte en tu paseo, descarga el mapa de Ávila en la página oficial de turismo.
Qué ver en Castilla y León – Segovia
Segovia se enorgullece de su excepcionalmente bien conservado Acueducto Romano y su Ciudad Vieja, ambos Patrimonio de la Humanidad UNESCO. El Acueducto es espectacular. Construido aprox. en el año 50 d.C. por el Emperador Trajano, conducía el agua por más de 15 km desde el manantial Fuenfría (Sierra de Guadamarra) hasta Segovia para abastecer aljibes y fuentes públicas. Tiene un total de 167 arcos y una altura máxima de 28 metros, todo construido «a hueso», sin argamasa, cemento ni ningún otro pegamento.
La parte más impresionante esta ubicada en la Plaza del Azoguejo, a la entrada de la ciudad amurallada. La Ciudad Vieja conserva 3 grandes accesos: la Puerta de San Andrés (o Arco del Socorro, compuesta de dos torres), con vistas a la antigua judería y a la Plaza del Socorro; la Puerta de Santiago (o Puerta de Rodrigo Ordoñez), que comunicaba la ciudad alta con el arrabal; y la Puerta de San Cebrián, que comunica la ciudad alta con el barrio de San Lorenzo.
Traspasando el arco del Acueducto hacia la Ciudad Vieja, en seguida a la derecha y atrás de la Oficina de Turismo, hay unas escaleras que permiten ascender al Postigo del Consuelo, trozo de la muralla a la misma altura que el acueducto. Esta parte hasta la Puerta de San Cebrián se conoce como Barrio de los Caballeros y presenta muchos palacios, casas señoriales, jardines y la iglesia San Juan de los Caballeros, panteón de los caballeros Fernán García y Díaz Sanz, fundadores de los Nobles Linajes de Segovia.
Continua hasta el corazón del casco antiguo, la Plaza Mayor, parando la vista en la fachada llena de puntas de la Casa de los Picos, en la iglesia románica de San Martín (frente a la Plaza de Medina del Campo), en el Torreón de Lozoya (por dentro Museo de la Fundación Caja Segovia) y en la Iglesia de San Martín. La Plaza Mayor está conformada en sus laterales por el Palacio del Marqués del Arco (s. XVI), el Ayuntamiento y la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción y San Frutos (edificada entre 1525 y 1768).
En dirección a la Puerta de San Andrés todavía se conservan los siguientes edificios del Barrio Judío: el antiguo Colegio del Sagrado Corazón, que supo ser Sinagoga Mayor en el s. XV; la Iglesia de Corpus Christa, Sinagoga Mayor hasta 1410 y la principal de las cinco con que llegó a contar la comunidad judía; y el Centro Didáctico de la Judería «Casa de Andrés Laguna«, con exposiciones sobre la cultura sefardí segoviana.
La presencia de judíos en Segovia se remontan al s. XIII. Su confinamiento a un barrio específico es a partir de 1480, al sur de la ciudad, hasta su expulsión en 1492. Por la Puerta de San Andrés se llega al viejo Cementerio Judío, emplazado sobre los Montes del Pinarillo.
Ya en el borde de la muralla aprovecha para ir hasta el Mirador del Museo de Segovia y luego bajar al propio museo, asentado en un histórico edificio denominado Casa Sol que se utilizaba de matadero. Por solo 1€ se puede ingresar a este moderno museo y aprender todo sobre Segovia desde el 10.000 a.C. hasta mitad del s. XX.
Hora de visitar el Alcázar en el Barrio de los Canónigos. Esta estructura defensiva del s. XI-XIX fue residencia de los Reyes de Castilla durante la Edad Media y prisión de Estado en los siglos XVII-XVIII. En 1764 se añadió el Real Colegio de Artillería y hoy es sede del Archivo General Militar de España. Este palacio de fantasía incluye numerosos pasadizos secretos que los reyes utilizaban para bajar hasta el río o llegar hasta algunos palacios de la ciudad.
Nosotros no ingresamos así que no tenemos idea como estará por dentro (la entrada cuesta entre 6 y 9€, depende que secciones incluya), pero por fuera es increíblemente bella e imponente, como sacada de cuento de hadas. Las mejores vistas al Alcázar y su Torre del Homenaje son extramuros, a los pies del arroyo Clamores o desde el mirador de la Pradera de San Marcos, al otro lado del río Eresma. Y de noche toda iluminada queda aún más mágica.
Si te gustan los poemas del poeta Antonio Machado, antes de irte de la Ciudad Vieja visita la pensión en la que vivió desde 1919 a 1931 y que fue transformada en Casa-Museo. Una vez fuera de las Murallas, aprovecha los jardines y parques que rodean Segovia para disfrutar las vistas a los conventos, iglesias, palacios, torreones y a la magnífica fortaleza de los Reyes de Castilla paseando por un entorno natural. Para facilitarte el paseo, descarga el mapa en la página oficial de turismo de Segovia.
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