Qué ver en Galicia – 4 excelentes lugares para visitar

Galicia se ubica en el extremo noroeste de España, sobre las costas del Océano Atlántico y del Mar Cantábrico. Su nombre proviene de la palabra griega kalekoi, usada para referirse a los celtas de la zona, y que con la conquista romana evolucionó a Gallaecia. En la Edad Media se mantuvo como Reino independiente de Galicia y posteriormente se anexionó al Reino de León. Hoy es una de las 17 Comunidades Autónomas de España y cuenta con su propia cultura e historia. Te contamos un poco qué ver en Galicia y 4 excelentes lugares para visitar.

Idioma de Galicia

Los dos idiomas oficiales son el castellano y el gallego. El gallego es su lengua propia. Debido a la alta emigración a Sudamérica que hubo a mitad del siglo XX, en Latinoamérica nos quedó el erróneo apelativo de «gallego» para referirse a todos los españoles. ¡Error! Gallegos son solo los de Galicia. Cualquier otro español al que llames de esa forma te quedará mirando extrañado.

Gastronomía de Galicia

Cuando pasees por Galicia te invitamos a degustar la gastronomía gallega. Debido a su amplia costa marítima,  muchos platos típicos son con productos del mar. Un clásico es el pulpo a la gallega (en gallego polbo á feira, «pulpo a la feria»). De postre degusta la tradicional Tarta de Santiago, un bizcocho hecho de almendras, naranja, azúcar y huevos; y para beber una copita de la popular queimada.

La queimada se produce con aguardiente, azúcar y ralladura de limón o naranja y se sirve literalmente prendida fuego. El brebaje cumple doble función: purgarte el sistema digestivo y alejar los malos espíritu. Nuestra comida favorita: el queso Tetilla. La apariencia de mama le otorga su nombre. Se produce principalmente con leche pausterizada de vaca gallega y es riquísimo.

Qué ver en Galicia – Santiago de Compostela

Santiago de Compostela es la capital de Galicia y destino final del Camino de Santiago, ambos Patrimonio de la UNESCO. El kilómetro cero se encuentra en la Plaza do Obradoiro, frente al Pórtico de la Gloria en la fachada occidental de la Catedral. Su construcción comenzó en el 1075 y a lo largo de los siglos sufrió diversas modificaciones y ampliaciones. Pero ¿Por qué la gente peregrina a esta Catedral?

Era el año 829 cuando el ermitaño Solovio Pelagio escuchó cantos angelicales y vio luces extrañas en el cielo nocturno. Movido por la curiosidad, descubrió la tumba de Santiago el Mayor, uno de los apóstoles más destacados de Jesús. El milagro fue declarado y el rey Alfonso II ordenó construir una capilla en el emplazamiento. Pronto comenzaron a llegar creyentes católicos de distintas partes de Europa para visitar el santo sepulcro como vía de salvación, para cumplir una sentencia judicial, buscando una nueva vida o simplemente demostrando devoción.

Como los creyentes provenían de diferentes regiones surgió más de un camino oficial. Los más conocidos son el Camino Francés, el Camino Inglés, Vía de la Plata, Camino de Fisterra y Muxia, Camino Portugués, Camino del Norte y Camino Primitivo. Antiguamente el Camino de Fisterra y Muxia (también denominado Ruta Jacobea) finalizaba en estos dos pueblos costeros en cuyas playas abundan las veneras, moluscos semejantes en apariencia a la almeja que los feligreses cosían a sus prendas como prueba de que finalizaron el recorrido. De ese gesto surgió la figura de la venera como símbolo distintivo del Camino de Santiago.

Actualmente los peregrinos cuentan con un cuadernillo oficial que les van sellando en los albergues de la ruta y que entregan en la Oficina del Peregrino al llegar a la Ciudad Vieja de Santiago de Compostela para recibir su diploma de que completaron la ruta. Para más detalles puedes leer la web oficial del Camino de Santiago.

Además de ingresar a la catedral para abrazar la imagen del Apóstol, visitar la cripta de las reliquias bajo el altar y sacarle fotos al incensario gigante más grande del mundo (el Botafumeiro), te recomendamos admirarla por fuera en su conjunto con el resto de sitios históricos que le rodean: el Hostal dos Reis Católicos, el Palacio de Raxoi, la Casa de Cabildo, el Palacio de San Xerome, el Palacio Arzobispal del Xelmírez, la Praza das Pratería (Plaza de la Platería) con la fachada más antigua de la Catedral y su fuente de los caballos, las iglesias y conventos, la Facultad de Geografía e Historia y la Plaza Quintana de Mortos (cementerio hasta 1780 en el que cuentan que durante la noche los muertos te hablan).

Para unas buenas vistas panorámicas, alejándote un poco de la Ciudad Vieja de Santiago de Compostela está el Parque Alameda con un mirador sobre su colina. A la noche  es espectacular para ver la Catedral iluminada con la ciudad a los pies. Para información detallada de cada punto puedes visitar la web oficial santiagoturismo que además brinda distintos mapas descargable de la ciudad.

Qué ver en Galicia – Lugo

Lugo nació como un campamento romano alrededor del 25 a.C., bautizado en honor al emperador como Lucus Augusti. Con el asentamiento de la población nativa (los castros) en el 50 d.C.  se inicia la ciudad. Pronto tuvo templos, baños termales y otras tantas edificaciones típicas de cualquier urbe romana. Fue a mitad del siglo III que se cimentaron las primeras piedras de lo que serían dos kilómetros de muralla romana, hoy todavía en pie y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La muralla contaba con 85 torres de dos pisos (de las que se conservan 71) y 5 accesos con puertas de madera para bloquear el paso, que en los siglos XIX y XX se ampliaron a 10 y se les retiró la madera. Las originales de época romana son Porta de San Pedro, Porta Nova, Porta de Santiago, Porta Miñá y Porta Falsa (estas dos últimas serían las más antiguas). Su espesor es de 4.2 metros y su altura de entre 8 y 12 metros.

Al ingresar a la antigua ciudad amurallada dirigete a la Oficina de turismo y Centro de Interpretación de la Muralla. Allí cuentan con un museo interactivo con información detallada sobre la historia y arquitectura de Lugo y su muralla. Complementalo con el Museo Provincial de Lugo, el Centro Arqueológico San Roque, la Casa dos Mosaicos y la Piscina Romana bajo un suelo de cristal en la Plaza Sta. Maria para obtener un panorama completo de su pasado. Todo de acceso gratuito.

Caminar por la muralla y visitar antiguas construcciones medievales y romanas no es la única forma de viajar en el tiempo. Cada junio con el solsticio de verano se celebra Arde Lucus, un festival de tres días de duración en que la población de Lugo se disfraza de romanos y rememora sus raíces. Son tres días en que se desarrollan todo tipo de actividades en una Gallaecia romana del siglo XXI.

Qué ver en Galicia – A Coruña

La provincia y ciudad de A Coruña se ubican sobre la Costa da Morte («Costa de la Muerte»), una zona de mar con dunas, escarpados acantilados y frecuentes temporales que otrora provocaban constantes catástrofes marinas (otorgándole a Galicia el récord mundial en naufragios documentados). Barcos aparte, la Costa da Morte reboza vida marina y la propia Coruña se caracteriza por ser una ciudad portuaria a orillas de la ría de La Coruña.

Desde tiempos romanos se la consideraba un importante puerto clave para las rutas marítimas de la zona, razón por la que en el siglo II el emperador Trajano construyó en su península el faro bautizado Torre de Hércules. Toda esta área hoy constituye el casco antiguo de la ciudad, englobando calles, plazas e iglesias de épocas románicas y medievales. De todos los puntos, para nosotros la Plaza, Palacio y Estatua de María Pita dedicadas en su honor son el conjunto más interesante.

María Pita era esposa de Gregorio de Racamunde, muerto en combate durante la invasión de las tropas inglesas a La Coruña en 1589 por el corsario Francis Drake. Rabiosa, arrebató de una lanza la bandera inglesa y mató al hermano de Fracis Drake al grito de Quen teña honra que me siga («Quién tenga honor que me siga»). Dicen que con este acto los 4.000 coruñeses se hincharon de valentía y repelieron a los 12.000 invasores ingleses, hundiendo sus tropas y provocando la retirada.

Por supuesto que el emblema de La Coruña es el faro más antiguo en funcionamiento: la Torre de Hércules, Patrimonio de la Humanidad UNESCO. El original era romano y circular. La actual fachada cuadrada del torreón es fruto de la última remodelación hecha en 1791 por orden de Carlos III. Sus 68 metros de altura están cargados de leyendas.

La más popular cuenta que al finalizar Hércules su décimo trabajo, robar al gigante Gerión su rebaño de vacas y bueyes, ambos se enzarzaron en una pelea a muerte. Hércules venció al gigante Gerión con una flecha envenenada y enterró su cabeza en donde hoy se encuentra el faro, construyendo una torre como símbolo de su victoria.

Existe otra leyenda irlandesa que relata la existencia de una torre anterior a la de Hércules, erigida por el mítico rey galaico Breogán. El Libro de las Invasiones de Irlanda cuenta que Breogán fundó Brigantia (actual Coruña) y construyó  una torre de vigilancia. Una tarde de invierno su hijo Ith atizbó la isla de Irlanda. Partió allí para conquistar la isla pero fue asesinado por los nobles locales. Su cuerpo fue enterrado en Brigantia y su hijo Mil decidió volver a Irlanda por venganza. Consiguió vencer y se asentó definitivamente en Irlanda.

En el Parque Escultórico de la Torre de Hércules se puede ver la escultura de Breogán junto a otros tantos monumentos: la estatua del rey Carlos III, Caronte (en la mitología griega: el barquero de Hades), la hidra de Lerna, el laberíntico estanque bautizado «Combate entre Hércules y Gerión», la Rosa de los Vientos gigante, la Copa de Sol, el monumento a Hércules en la nave de los argonautas, los Menhires, el Monumento  a los fusilados y muchos otros más. Puedes descargarte el plano de este parque y de otras zonas de la Ciudad Vieja en la web oficial de turismo de A Coruña.

Qué ver en Galicia – Ourense

La Provincia de Ourense destaca por sus parques naturales y sus aguas termales. Cuando los romanos descubrieron hace 2.000 años estas piscinas naturales de agua caliente, en seguida fundaron la ciudad romana de Orense y construyeron sus casas de baño. En ella creaban altares en honor a las Ninfas de los manantiales y les rendían culto. De aquellas épocas se conserva como legado el puente romano A Ponte Vella («El Puente Mayor») que cruza el río Miño, aunque solo conserve de originales algunas piedras de las bases.

En Ourense más interesante que recorrer el casco antiguo es bañarse en las termas. As Burgas («Las Burgas») es como se conoce a tres manantiales de los que brota agua a 60ºC ubicados en el casco histórico: Burga de Arriba (del siglo XVII), Burga de Abaixo (del s. XIX) y Burga do Medio. Esta última es la entrada a una piscina termal gratuita al aire libre, en pleno centro histórico. Dicen que quien toca sus aguas se casará en Orense.

Alejándonos del centro, al otro lado del río Miño, se extienden cinco kilómetros de termas agrestes sobre la ribera forman una senda conocida como la Ruta Termal del Miño. Entre los balnearios y manantiales algunos son de pago y otros gratuitos. Las Termas A Chavasqueira son las más cercana a la ciudad y cuentan con varias piscinas exteriores de acceso libre. También de uso gratuito están las pozas de Outariz, las termas de Burga de Canedo (con dos partes, una es paga) y la zona termal Muíño da Veiga.

Todas son al aire libre y cualquiera de ellas cuenta con aseos, vestuarios y duchas. El ambiente es agradable, increíblemente relajante, con las piscinas de distintas temperaturas a orillas del río permitiendo la alternancia entre el agua fría y el agua caliente. El máximo disfrute es en invierno, cuando se siente más el contraste entre el frío exterior y el agua caliente en un entorno natural donde los patos nadan a pocos metros y el pasto mima tus pies al salir del agua. Una experiencia cien por ciento recomendable.

¿Cuál de los cuatro sitios te interesó más? ¿Conocías alguno? Comentanos abajo.