Asturias recibe su nombre de sus antiguos habitantes, los astures, pueblo celta que vivía a orillas del río Astura (hoy río Esla). La raíz celta sería stour que significa «río». Hoy es la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias, limitando al norte de España con el Mar Cantábrico. Asturias es praderas, mar, tranquilidad y ritmo pausado. Te contamos 2 excelentes lugares para visitar y qué ver en Asturias.
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Idioma de Asturias
Aunque el idioma oficial es castellano, en Asturias también se habla asturiano (o «bable» o «asturleonés») y eonaviego. El asturiano es una lengua romance derivada del latín que se desarrolló en la zona y cuenta con su propia academia reguladora y un Diccionariu de la Llingua Asturiana.
Por otra parte, el eonaviego es una mezcla entre el gallego (de Galicia) y el portugués. Surgió en las poblaciones ubicadas entre los ríos Eo y Navia (de ahí su nombre: eonaviego), pegadas a los límites con Galicia y Portugal e historicamente más aisladas de la comunidad.
Tanto el asturiano como el eonaviego están reconocidos como idiomas dentro de Asturias, sin embargo no están consideradas por España como lenguas oficiales de la comunidad y por lo tanto no vas a escuchar que lo hablen en canales estatales.
Gastronomía de Asturias
Hablando de lenguas autóctonas, ¿sabía que en asturiano fartón se utiliza para referirse a los glotones que comen mucho? Desabrochate el cinturón y preparate para ser un fartón, porque los platos de Asturia son populares en España por ser abundantes y sabrosos.
Empecemos por la fabada asturiana, un delicioso guiso a base de alubias blancas asturianas (denominadas fabes) y embutido (chorizo, morcilla asturiana, lacón y tocino) al que se le puede añadir verduras, papas, laurel, orejas de cerdo, marisco, etc. Se cocina en cazuela a fuego lento y sin revolver.
Sigamos con el cachopo, nuestro favorito. Una milanesa hecha con dos filetes grandes de ternera asturiana y queso entre medio, una milanesa con posgrado. No tiene misterio alguno, pero como buenos uruguayos que comen milanesa con un simple filete de vaca debemos admirar la superioridad de la milanesa asturiana (a.k.a. cachopo).
De postre hay carbayones (masitas hojaldradas de almendras y bañadas con yema y azúcar), arroz con leche, frixuelos (crepes rellenos), casadielles (empanadas rectangulares rellenas de nuez, azúcar y anís) y moscovitas (finas galletas de chocolate y almendra molida).
Y para beber que no falte la sidra. Antiguamente se solía beber en establecimientos denominados chigres donde también se comía y se cantaba. Con el tiempo la palabra se ha ido sustituyendo por el castellano de «sidrería» y los cánticos populares se han dejado de lado porque el turista en busca de paz no lo encontraba tan lúdico. Por suerte, en los últimos años han surgido establecimientos enfocados en recuperar esta costumbre local (y al que no le guste que se vaya a otro sitio).
Importantísimo que no falte el queso. Asturia cuenta con cuatro quesos protegidos por denominación de origen: queso cabrales, gamonéu, afuega’l Pitu y casín. El cabrales es el más famoso, a base de mezcla de leches (vaca, cabra y oveja). Pertenece a la familia de los quesos azules (tipo Roquefort), por lo que su sabor y olor son muy fuertes. Se madura en cuevas naturales de la reserva natural de los Picos de Europa.
Qué ver en Asturias – Oviedo
El primer emplazamiento de Oviedo fue un monasterio benedictino fundado en el año 761. En breve estuvo estrechamente unida a la monarquía como capital del Reino de Asturias bajo mandato de Alfonso II y fue religiosamente importante como lugar de peregrinación.
Surgieron bellezas arquitectónicas en la ciudad y la transformaron en un lugar acogedor y lleno de magia. Sin lugar a dudas su casco histórico está entre los más hermosos que hemos visto. La Catedral es visita obligada. Se construyó a finales del siglo XIII sobre las ruinas del primer monasterio benedictino que los árabes habían destruido en el 794.
De estilo gótico, la Catedral de Oviedo fue de donde salió el primer peregrino de la historia a Santiago de Compostela: el rey Alfonso II. Su camino marcó la primera ruta, hoy conocida como Ruta Jacobea o Camino Primitivo, y fue el propio Alfonso II quien mandó erigir una catedral digna de albergar los restos del Apóstol y que en el futuro se transformaría en la famosa Catedral de Santiago.
La Catedral de Oviedo y su plaza se encuentran en el epicentro del Casco Histórico y es un punto de partida perfecto para observar el conjunto de edificios nobles que le rodean y pasear por sus calles medievales, sede de los primeros reyes asturianos.
Visita las diferentes plazas de la Ciudad Vieja, descubrí sus estatuas con motivos tradicionales e indaga los productos del mercado en la plaza del Fontán los jueves y sábados. Aprovecha para degustar la bebida local en alguna de las tantas sidrerías de la calle Gascona y observar a los camareros servir la sidra con toda la pantomima.
Para los fanáticos de Woody Allen, existe una estatua del director de cine estadounidense sobre la calle Milicias Nacionales en honor a su visita durante la entrega de los prestigiosos premios Príncipe de Asturias. Woody Allen opinó que Oviedo era «una ciudad deliciosa, exótica, bella, limpia, agradable, tranquila y peatonalizada; es como si no perteneciera a este mundo, como si no existiera… Oviedo es como un cuento de hadas.» Nosotros estamos de acuerdo con su descripción. La sede de la entrega de los premios es en el Teatro Campoamor y se puede visitar.
Para completar el cuadro de esta fantástica ciudad, conoce las iglesias prerrománica emplazadas a su alrededor (Santa María del Naranco, San Miguel de Lillo, Santa Cristina de Lena, etc.) reconocidas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Para encontrar cada lugar descargate alguno de los mapas de Oviedo en la página oficial de turismo.
Qué ver en Asturias – Gijón
Gijón es una ciudad costera a orillas del Mar Cantábrico que ha sido enclave de diferentes tribus. Yacimientos de aquellos tiempos se pueden ver en el Parque Arqueológico y Natural de La Campa Torrescuenta. En época prerromana existía un asentamiento conocido como castro Campa Torres o castro de Noega (siglo V a.C.) que fue progresivamente abandonado por la fundación de la fortificación romana en la península actual.
Este campamento romano pronto fue puerto estratégico de las rutas marítimas y en el s. I a.C. dio pie a la contrucción de una de las rutas más importantes en la historia romana, la Vía de la Plata. Esta vía era una calzada que iba desde el sur de la Península Ibérica hasta el norte, pasando por las principales poblaciones. Su nombre, contrario a lo que hace pensar, no se debe al metal; surgió del término árabe Balath (traducido como «camino pavimentado») durante la Edad Media. Hoy todavía es posible ver partes de la calzada romana en Gijón.
De los romanos Gijón también conserva las Termas de Campo Valdés de finales del s. I d.C. Estuvieron activas como baños públicos hasta el s. IV. Se pueden visitar gratuitamente al igual que la Torre del Reloj, erigida en 1572 sobre las ruinas de una antigua muralla romana.
Con la caída del Imperio Romano, Gijón quedo por mucho tiempo semi-abandonada. Fue entre los siglos XV y XVI que comenzó a crecer de nuevo gracias al desarrollo del puerto y de una dársena que aumentaron la producción pesquera. El poblado pesquero se asento donde los antiguos romanos, en el Casco Viejo comprendido por el Cerro de Santa Catalina y el barrio de Cimadevilla.
El Cerro de Santa Catalina cumplió funciones militares en el s. XVII para proteger Gijón de los piratas y durante el s. XIX tuvo una batería de cañones. Hoy es un bonito parque peninsular en el que te toparás con la escultura «Elogio al Horizonte.» Mirando hacia el mar Cantábrico, a la izquierda del cerro, se encuentra el actual Puerto Deportivo y la Playa de Poniente; y a la derecha está la Playa de San Lorenzo que cuenta con todo un paseo litoral de 5.7 km hasta el Parque de la Providencia.
En todo el casco antiguo (Cimadevilla) se ven construcciones de siglos pasados, como el Palacio Valés, la Plaza Mayor, el Palacio de Revillagigedo y la iglesia de San Pedro. La expansión de Gijón fuera de Cimadevilla comenzó entre los s. XVII y XVIII, cuando el reglamento de libre comercio de 1778 habilitó el comercio de la ciudad con las colonias de América.
Resumiendo, Gijón es un destino para disfrutar de playas urbanas, paseos marítimos y su historia romana y medieval como antiguo pueblo de pescadores. Un entorno que mezcla naturaleza y modernismo.
¿Cuál de los dos sitios te interesó más? ¿Conocías alguno? Comentanos abajo.
Vamos por esa sidra !!!!!