Que encontrarás aquí
Día 9 – Cascadas Dettifoss y Selfoss, Cañón Ásbyrgi, Lago Mývatn, Cráter Viti, Perpetual shower y Hverir
Parque Nacional Jökulsárgljúfur
Nos despertamos a tope de nieve. Después de un rato de apalearla y revitalizarnos con el desayuno ponemos rumbo al Parque nacional Jökulsárgljúfur. Hay tanta nieve en la carretera que estamos a punto de renunciar cuando justo pasa un autobus turístico a todo trapo y nos despeja la ruta. Envalentonados por la ocurrencia seguimos los kilómetros faltantes hasta el aparcamiento gratuito.
Al llegar descubrimos que muchos senderos están bloqueados por el mal tiempo y tenemos que conformarnos con hacer una caminata corta hasta las cascadas de Dettifoss y Selfoss.
Dettifoss está considerada la cascada más potente de Europa (en relación a su caudal) y tiene unos 100 metros de ancho. Selfoss es una versión más pequeña de Dettifoss, conformada por varios saltos de agua que alimentan el río Jökulsá á Fjöllum, el segundo más largo de Islandia.
Cañón Ásbyrgi
Y como no, continuamos el paseo y la próxima parada es el Cañón Ásbyrgi. De este cañón queremos resaltar la estación de servicio situada a la entrada del parque. Su deño es simpatiquísimo, bien dispuestos a ayudar en lo que sea, y con el local decorado con varias banderas, incluido Uruguay porque, según él, solo cuelga la bandera de aquellos países que tengan los mejores cuadros de fútbol.
Volviendo al parque natural, cuenta la mitología nórdica que Odín tenía un caballo de ocho patas llamado Sleipnir al que gustaba montar para recorrer el cielo, pero que una vez se acercó demasiado a la tierra y el casco de Sleipnir formó accidentalmente el actual cañón de Ásbyrgi, y que de allí surge su curiosa forma de herradura.
La pata de Sleipnir claramente era de carácter divino, ya que la caminata que realizamos por el fondo del cañón Ásbyrgi nos resulta en extremo bella. El área tiene muchas rutas de senderismo para disfrutar de las impresionantes vistas, así que asegurate de llevar la cámara bien cargada. Es un área de recreación muy popular, especialmente para familias, y se dice que es hogar de seres mágicos.
Lago Myvatn: cráter Víti, planta geotérmica y perpetual shower
Cuando terminamos de pasear por Ásbyrgi observamos que se avecina otra tormenta de nieve y apresuramos el paso hasta el lago Myvatn en un intento de escaparle. Este hermoso lago es el cuarto más grande de Islandia y aloja muchas pequeñas islas. Al situarse sobre una zona geotérmica de mucha actividad sus alrededores cuentan con un paisaje único. Para recorrer todo lo que nos interesa usaremos lo que resta del día de hoy y el día de mañana.
La primer visita es al cráter Víti, reconocido por el lago verde que aloja en su centro y creado por el volcán Krafla. Krafla es una caldera volcánica que descansa sobre una gran cámara de magma con un sistema de fisuras dispuestas de norte a sur, aunque el nombre Krafla también se utiliza para referirse a toda el área geotermal en la que nos encontramos, plagada de solfataras, fumarolas humeantes, lagos tóxicos y volcanes de lodo.
La caminata hasta la cumbre del cráter Víti se nos hace más larga de lo planeado porque el parking superior estaba bloqueado. El lago podría ser verde o amarillo e igual nos daría porque está congelado. Uno se siente magnánimo observando esa tierra de fuego y hielo desde el borde de un cráter. Detrás hay dos lagos gemelos, fruto de otros cráteres, cuya agua al momento de nuestra visita también está en estado sólido.
Al regresar del cráter Víti en la campervan no podemos evitar parar en la llamativa planta geotérmica que abastece de energía a gran parte de Islandia desde 1977. A pesar de su extraña arquitectura, es la planta de energía geotérmica más antigua del mundo. Al paso esta la perpetual shower, la «ducha perpetua» de agua caliente natural en continuo funcionamiento. Por más que estaba caliente no nos animamos a entrar. Eso sí, aprovechamos para sacarle el hielo al auto.
Y ya sobre la carretera principal nos topamos con Bjarnarflag, la tóxica Laguna Azul de hechizante apariencia.
Hverir
La última parada del día la hacemos en Hverir, sitio geotérmico de apariencia extraterrestre en la que emanan fumarolas, pozos de lodo hirviendo, sulfataras y lenguas de vapor. Imperdible en tu visita a Islandia. Hay varias caminatas cortas delimitadas y una larga que asciende por el lomo del monte Námafjall, brindando las mejores vistas panorámicas a este cuadro sulfúrico.
Después de entretenernos un rato largo en Hverir nos dirigimos a un aparcamiento aislado en la carretera que encontramos en Parking4Night para pasar la noche.
Día 10 – Cueva Grjótagjá, Dimmuborgir y los Yules, Hofdi y Kalfastrond, Cráteres Skutustadagigar, Cascada Godafoss, Akureyri, Hauganes, Eyjafjordur
Cueva Grjótagjá y Dimmuborgir
Hoy es el primer día en varios que nos levantamos y no precisamos apalear nieve del camino ni quitar hielo del parabrisas. Desayunamos disfrutando de la soledad en tierras marcianas y nos vamos a la Cueva Grjótagjá, acogedora y diminuta agua termal metida en una gruta subterránea.
Durante varias décadas fue un lugar popular de baño, hasta que las erupciones volcánicas del Krafla entre 1975 y 1984 arrastraron corrientes de magma debajo del área que provocó un fuerte aumento de la temperatura del agua, de hasta casi 60ºC. Hoy tiene unos 45ºC pero el baño está prohibido. ¿Quizás porque se volvió muy turístico después de que se grabara allí escenas de Game of Thrones? Aunque nosotros no vimos la serie, igual nos gustó visitar la Cueva Grjótagjá.
La misma está entre campos de lava, a dos pasos del área de Dimmuborgir que esconde troles entre su magma petrificado. En el folclore islandés se cree que Dimmuborgir conecta el mundo terrenal con el infierno y que su campo es residencia de duendes, gnomos y los trece Yule Lads, que vendrían a ser los Papá Noeles de los islandeses en versión troll y con nombres jocosos como «Zanja embobada» y «Chupacucharas».
Existen cinco senderos distintos marcados por color para recorrer los campos de lava de Dimmuborgir. Litil hringur (azul) es la caminata más corta, de 600 m, y Birtingatjörn (blanca punteada) es la más larga, de 3 km. Nosotros hicimos una intermedia. Las formaciones de lava que observamos tienen unos 2.300 años y parte del entretenimiento es buscarle formas.
Lago Mývatn: Pilares de lava Hofdi y Kalfastrond y Skutustadagiga
Aunque para nosotros las formaciones más interesantes están fuera del parque y son las que se crearon sobre el lago, apreciables desde los distintos miradores que ofrecen los senderos ubicados en los pilares de lava de Hofdi y Kalfastrond.
La última parada del lago Mývatn es en Skutustadagiga, un sitio con dos caminatas (corta y larga) entre pseudocráteres, fruto del agua en ebullición que quiso escapar de la lava caliente que la cubría hace un par de miles de años. Hicimos el corto y nos dejó encantados.
Cascada de Godafoss
Finalmente nos alejamos de esta zona para dirigirnos a la cascada de los dioses: Godafoss. Hay dos opciones de parkings: East Bank Parking y West Bank Parking. Desde el East Bank Parking se puede bajar y desde el East Bank Parking están las mejores vistas panorámicas y el centro de visitantes, muy completito, donde aprovechamos a comprar unas postales e ir al baño.
Akureyri
La próxima parada es Akureyri, la capital del norte de Islandia, metida al fondo del fiordo Eyjafjörður, el más largo de Islandia septentrional. Akureyri es la cuarta ciudad más poblada del país y su iglesia también parece inspirarse en las piedras basálticas. En verano su puerto es punto de partida para realizar avistamiento de ballenas. De esta ciudad lo que más nos gustó fueron sus semáforos de corazón rojo, las casas de 1930 hechas de azulejos de colores importados de América (azul, rojo y amarillo), su muelle y la iglesia luterana que ya mencionamos.
Hauganes Hot Pots
Atardece y paramos en la diminuta villa de Hauganes para conocer sus termas de aguas calientes, las Hauganes Hot Pots. Ubicada en una pequeña playa de arenas negras con motivos marítimos, las tinas están sobre la propia orilla del fiordo y muy bien ambientadas.
Bañarse en ellas sale 1.000 ISK por persona y se puede pagar depositando en la caja de la honestidad con efectivo o en el restaurante de la plaza central. Todo el pueblo (termas incluidas) está decorado con motivos del mar, incluyendo un antiguo barquito pesquero en tierra, medio hueso de mandíbula de ballena azul y un camping (cerrado en invierno) que regentean. El pueblo es super pintoresco. Parada que consideramos se volvió obligatoria para quien que venga a Islandia.
Noche en la bahía de Hofdavatn con auroras boreales
Y se nos hizo la noche y paramos a dormir frente a la bahía Hofdavatn, donde tuvimos el privilegio de observar unas esplendorosas auroras boreales color verde que nos danzaron toda la noche a más no poder, cual espíritus sobre nuestras cabezas. Este día se a transformado en el mejor que tuvimos en Islandia.
Día 11 – Termas de Hofsós, Villas de Hólar y Glaumbaer, Cascada Reykafoss, Fosslaug, Hvitsekur
Casas de Hólar y termas de Hofsós
Amanecimos con una sensación de plenitud indescriptible. Lograr ver las auroras boreales, ilusión que perseguíamos desde nuestra incursión por Suecia, nos insufló de energía. Hacemos una primer para para visitar las bonitas casas de turba de Hólar para acto seguido ir a relajarnos a orillas del fiordo Skagafjörður en la piscina de agua termal del poblado de Hofsós.
El acceso cuesta 1.000 ISK por persona y antes de meterte es obligatorio ducharse desnudo en los vestuarios (al parecer es ilegal ducharte con bikini antes de entrar a la terma). Cada vestuario se divide en dos secciones, una húmeda para ducharte antes de entrar a la piscina y otra seca para a la salida poder vestirse y secarse el pelo.
Hay tres termas de inmersión con diferentes temperaturas: fría, a 31°C y a 38°C. Probablemente sea la terma más barata que hayamos encontrado hasta ahora en Islandia en cuanto a su relación calidad/precio y con unas vistas que para que pedir más. Podés llevar tu toalla o alquilar allí.
Cascada de Reykafoss, poza termal Fosslaug y granjas de Glaumbær
Nos relajamos un rato en las aguas termales de Hofsós y frescos como lechuga apuntamos hacia la cascada Reykafoss, con una interesante poza de agua caliente natural detrás conocida como Fosslaug de la que sacamos fotos pero pasamos de meternos porque ya bastante agua caliente hemos tenido por hoy.
Toca visitar Glaumbær, sencillo pueblo perdido en el campo que merece una parada por su granja museo con tradicionales casas de turba de los siglos XVIII y XIX. Como la suerte nos acompaña, aunque las casas están cerradas para visitarlas por dentro, el acceso al predio es gratis; caso contrario el costo de entrada es 2.000 ISK. Leímos que su cafetería Áskaffi recrea un antiguo salón de té y pensamos parar a tomar algo allí pero también está cerrada.
Península de Vatnsnesvegur
Terminamos el día en la península de Vatnsnesvegur frente a Hvítserkur, piedra en el mar con teórica forma de rinoceronte a la que no le vimos mucha gracia. A pocos kilómetros encontramos un aparcamiento apartado en el que pasar la noche a la intemperie. Pronto estamos con la cama armada y acostados. Los próximos días exploraremos la Península Snaefells.