Sobre el final del viaje por Irán nos arrimamos a la provincia de Golestán, tierra de turkmenos. Los turkmenos, o turcomanos, se reparten por Turkmenistán, Afganistán y noreste de Irán. Fue con el deseo de conocer más de cerca esta cultura y las dificultades actuales para visitar Turkmenistán y Afganistán en calidad de extranjeros que decidimos ir. En la provincia de Golestán visitamos Gorgan, Aq Qala, Bandar-e Torkaman, Gonbad e-Kavus y Khalid Naby.
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Cómo ir a Golestán
A Golestán se puede llegar desde Teherán en autobús o tren. El destino por defecto es la ciudad de Gorgan, capital de la provincia y desde la que pivotear hacia otros poblados de la región. De Teherán a Gorgan son 7 horas en auto, así que optamos por ir en tren nocturnos y dormir en el camino. Costó 889.500 rials por persona en vagón de seis camas con enchufes y espacio superior para guardar las maletas grandes. Incluía sábanas, manta, almohada y agua. Dormimos como piedras.
Gorgan y Aq Qala
Un paseo en taxi de una punta a la otra de Gorgan nos ofreció un vistazo flash de la ciudad que consideramos suficiente para declararla poco interesante. El taxista nos dejó a la entrada de los parientes de un iraní que conocimos en la estación de tren de Teherán y que insistió en que nos recibiera su familia. Llegamos a lo de los parientes que, como todos en Irán, nos recibieron de mil amores, nos embucharon a comida y té y aceptaron guardarnos las mochilas grandes mientras íbamos por el día a visitar Aq Qala.
Aq Qala está a 20 km de Gorgan, 500.000 rials en taxi o 100.000 rials en savari (minibus) desde la estación de bus pegada a la terminal de tren. Aq Qala es diminuta y se recorre en menos de dos horas.
Su nombre significa «fortaleza blanca» y se desarrolla a ambos lados del río Gorgan. La principal fuente de ingresos de sus pobladores es la agricultura, la ganadería y la confección de alfombras turkmenas, todas labores tradicionales de los turcomanos.
Las atracciones principales de Aq Qala son su puente de ladrillo y el mercado de los jueves. Si no tenés la suerte de ir un jueves tampoco te preocupes porque igual abundan las tiendas en el bazar diario que te permitirán experimentar bien de cerca la cultura turkmena.
Durante el paseo por Aq Qala estuvimos acompañados por una chica turcomana (@turkmen.girll, es una genia, pueden seguirla por instagram) que nos iba explicando los usos y costumbres de cada artículo.
Lo que más verás son alfombras de diversos estilos y tamaños. Los Yomuts, los Teke y los Goklen, tribus turcomanas predominante en Irán, son expertos en tejer alfombras y tapices a mano con una técnica propia que difiere de las alfombras persas y de las de otras tribus turcomanas. Tradicionalmente se utilizan 5 colores bases que combinados crean otros tonos: blanco, negro, verde oscuro y amarillo oscuro.
En una de las tiendas nos visten con la vestimenta tradicional: nos ponen el cálido sombrero blanco de piel de oveja llamado telpek y la túnica a rayas de colores apagados denominado don.
Los hombres turcomanos suelen vestir más prácticos que bonitos y para ellos la forma de mostrar riqueza es engalanando a sus mujeres e hijas. El rojo es un color sagrado en la cultura turcomana y se cree que protege del mal, por lo que notarás que se utiliza mucho en los atuendos tanto masculinos como femeninos.
En muchos puestitos también verás que se venden unos aros. No son pulseras enormes, sino que se utilizan por las mujeres por debajo del hiyab, dándoles la apariencia de llevar un sombrerito escondido, y que sirve para señalar su estatus de casadas.
Bandar-e Torkaman
Savari y taxi de por medio alcanzamos Bandar-e Torkaman, pueblo portuario a orillas del mar Caspio. El pueblo en sí ofrece poco y lo más interesante está en el puerto. Desde la ribera opuesta se ve la península de Ashuradeh, a la que se puede acceder por ferry. El mar Caspio lame el barro de la orilla con desgana mientras paseamos por el mercado del puerto, espacio que permite explorar un poco más la cultura turcomana.
El mercado está escondido entre casas de chapas, mientras que afuera hay un par de yurtas representativas de las viviendas nómadas tradicionales y en las que podés sacarte fotos con ropas típicas a cambio de unos rials. Una vez dentro nos dedicamos a probar especialidades gastronómicas, especialmente los panificados típicos, y a entretenernos entre las tiendas de artesanías y tejidos.
Degustamos unas bolas fritas súper ricas, unas empanaditas de jamón y queso y una cosa crocante que nos patea el estómago. Después de caminar un ratito más nos volvemos para Gorgan a recuperar nuestras mochilas y seguir viaje. Bandar-e Torkaman resultó simpática pero no un imperdible y Aq Qala es mucho más atractiva en términos culturales.
Gonbad e-Kavus
Gonbad e-Kavus nos resultó encantadora y su nombre hace referencia su monumento principal: la Torre de Qavus (Gonbad e-Qavus). La torre se encuentra en el barrio histórico de Astarabad y alberga los restos mortales de Qabus Ibn Voshmgir, gobernante de la región a finales del siglo I.
Se mandó a construir en 1006, poco antes de su fallecimiento, como una torre decagonal de ladrillo cocido y 70 metros de alto. La UNESCO la declaró Patrimonio de la Humanidad por ser testimonio de los intercambios culturales de la época y del desarrollo que tenían los musulmanes en el área de las matemáticas y la ciencia, conocimiento que les permitió erigir ese prodigio arquitectónico.
Cuando fuimos a verla la encontramos poco solemne porque estaban restaurándola y la rodeaban miles de andamios. Bajo esas condiciones decidimos no pagar la entrada de 1.000.000 de rials y contentarnos con pasear por los alrededores.
Al final lo que menos nos interesó de Gonbad e-Kavus fue su torre, en cambio quedamos enamorados de la ciudad en sí y su gente. La ciudad tiene una población étnicamente diversa que incluye persas, azeríes, turcomanos, sistanis y baluchis.
Nuestra mayor recomendación es que pasées por su avenida principal, Emam Khomeini Boulevard, y te pierdas un poco por sus calles laterales, sacando fotos a los murales enormes y fisgoneando en las tiendas.
Para disfrutar de un buen café sugerimos Café Cadre, un sitio encantador enfocado en la fotografía. Su dueña se ha encargado de decorarlo con fotos propias, equipo de fotografía antiguo y amueblado acorde. Hay un precioso patio interno con fuente en el que sentarte al frescor de la sombra para disfrutar tu bebida.
Khalid Nabi Cemetery
El Cementerio de Khalid Nabi, o Cementerio del Profeta Nabi, se sitúa en una cadena montañosa cercana a la frontera con Turkmenistán y es razón suficiente para visitar la provincia de Golestán. Tan solo el paisajes de colinas peinadas de trigo verde, de los rebaños de cabras y ovejas y de las villas, tierras de seminómadas, amerita el viaje. Tras cada curva de la maltrecha pista hay una foto.
Al llegar al sitio de Khalid Nabi lo primero que ve uno desde el aparcamiento es el pequeño mausoleo de Khalid Nabi, profeta pre-islámico según la tradición oral de la tribu turkmena Yomut. La tumba poco interés reviste para nosotros que en seguida buscamos como ir hasta el cementerio.
Solo vemos una pequeña mezquita con preciosas vistas a las lomas desérticas pero sin acceso al sendero. Una reja nos separa del camino al cementerio. Para entrar nuestro anfitrión iraní solicita la llave del candado y pronto estamos correteando por el cerro para salvar ese kilómetro de distancia que nos separa.
Verde y amarillo, vida y muerte, alcanzamos la milenaria colina que separa ambos mundos por esa cresta repleta de tumbas pre-islámicas. Las rocas que hacen de lápidas cuentan cosas sin palabras. Aquellas con forma fálica indican que quien murió era hombre y las que tienen dos piedras redondeadas en la parte superior pertenecen a mujeres. Qué tan largos o cortos sean depende de le edad a la que haya fallecido su dueño. Más joven más corto, más largo más viejo.
Cómo ir a Khalid Nabi
Desde Gonbad e-Kavus nos tomamos un savadi (taxi compartido) por 150.000 riales hasta el pueblo de Kalaleh. El plan era conseguir otro savadi hasta la villa de Gachisoo, la más cercana a Khalid Naby, y al preguntarle a un locatario por la ubicación de la parada decidió que era mejor que nos llevara él mismo. Terminamos yendo al destino en auto privado.
Al parecer desde la carretera principal hasta Khalid Naby la ruta es muy mala y las villas muy pequeñas, por lo que la única manera de cubrir esos 35 km de distancia es pagando un taxi privado ida y vuelta o haciendo dedo. La ruta aparenta desolada pero en realidad cuenta con movimiento de turistas iraníes yendo y viniendo de Khalid Naby.
Mapa de la Provincia de Golestán
En este mapa encontrarás marcados todos los puntos del artículo haciendo zoom sobre la ciudad correspondiente.
Hasta aquí nuestro resumen del viaje por Irán. Siempre buscamos ser honestos con nuestras impresiones y esperamos encuentres útil la información. Cualquier duda o sugerencia te leemos en los comentarios.