Gestionar el dinero y los gastos es una de las partes más aburridas y al mismo tiempo más importantes de un viaje, especialmente si dinero es lo que menos tenemos. Tengas o no un trabajo remoto que te permita percibir ingresos durante tu travesía, es bueno tener las cuentas claras.
Que encontrarás aquí
Utilizar aplicaciones para controlar los gastos
En lo personal, para llevar el control del dinero utilizamos MoneyLover, una app gratuita que con la opción de pago (5€ una única vez) te permite tener infinitas billeteras en todas las monedas habidas y por haber.
A cada país que llegamos creamos una billetera nueva en la moneda local y antes de empezar a gastar indicamos el importe total de dinero que tenemos en esa moneda, indiferentemente de que sea efectivo o tarjeta. Durante nuestra estancia en el país de visita vamos anotando cada compra por su categoría correspondiente (ej: comida, entrada a museo, alquiler de vehículo, etc.) y al final del viaje podemos visualizar cuánto gastamos, en qué y si nos sobró dinero o si quedamos cortos y tuvimos que cambiar más.
Qué nosotros usemos MoneyLover no quiere decir que tu tengas que usarlo. Existen otras aplicaciones que cumplen la misma función. Lo importante es que sea un método que te quede cómodo para ir anotando durante el trayecto y que al final del día te permite visualizar de manera sencilla tus gastos generales. Igual vale una planilla de Excel si es lo que te va.
¿Y cómo llevamos el dinero? ¿Cash, tarjeta, en lingotes de oro? Acá te contamos.
¿Tarjeta o efectivo?
El equilibrio cósmico dice que ambas. Una investigación previa del destino ayudará a decantarse más por una que por otra, sin embargo, siempre está bueno tener un poco de cada, especialmente para los viajes largos.
Por un lado, están esos ahorros predestinados al viaje que deberían salvaguardarse a toda costa. Esos son los que deben estar en una cuenta bancaria de tu conveniencia y de la que puedas retirar plata cuando sea necesario. Con este sistema, solo hay que vigilar una tarjeta y no un fajo de billetes que no vas a saber ni donde meter.
Para saber con cuánto efectivo comenzar recomendamos que hagas una planificación básica de las primeras semanas de tu viaje. Conocer costos generales de alojamiento, comida y transporte e informarte de las formas de pago más comunes en tu destino.
Hay países, como los escandinavos, donde el uso de efectivo es casi nulo. Muchos lugares inclusive no aceptan billetes. En estos casos hay que hacer la matemática. ¿Qué es más caro? ¿Los intereses de mi banco si pago todo con tarjeta o la comisión de sacar el efectivo necesario?
Otros países o regiones en cambio son puro efectivo y además escasean los cajeros automáticos (ATM), razón por la que planificar te va a permitir saber cuánto dinero deberías sacar para no quedar en cero hasta que vuelvas a ver otro cajero.
Si tu banco te cobra demasiada comisión por cada retiro, una fórmula intermedia que utilizábamos nosotros en nuestros inicios viajeros (antes de conseguirnos un bancos en serio) era cargar con un respaldo de 1.000 dólares en efectivo (500 dólares cada uno) en una riñonera viajera (de estas pegadas al torso para que se disimulen) y que íbamos cambiando en casas de cambio (exchanges) a medida que precisabamos. Así de cavernícola como suena, nos ahorró perder cientos de dólares en comisiones del banco uruguayo.
Obvio que, si las comisiones de las casas de cambio son mayores a las de tu banco, sacá dinero de un ATM. Aún así, recomendamos una cantidad mínima en efectivo para tener de respaldo por si no hubiera cajeros automáticos en muchos kilómetros a la redonda.
Si tu banco no te cobra intereses por pagar con tarjeta, entonces lo importante a tener en cuenta es que sea una tarjeta que funciona bien en el exterior y que a dónde vas sea posible pagar con ella los servicios básicos.
Tener un colchón que no sean tus ahorros
Siempre, SIEMPRE, trata de tener apartado en alguna cuenta de banco un colchón. Idealmente una en la que te resulte difícil sacar el dinero. El concepto de este “colchón” es ser un salvavidas para eventos inesperados que requieran desembolsar cantidades grandes de un saque. Si logras terminar el viaje sin haber tenido necesidad de tocarlos mucho mejor.
NO son ahorros para usar durante tu viaje. Los ahorros deberían estar en una cuenta de fácil acceso para el día a día. Cuando calcules tu presupuesto de viaje, hace el ejercicio de dejar afuera el dinero del colchón. De esta manera, se reduce la posibilidad de que debas recurrir a él.
¿Y cómo saber cuánto dinero apartar para mi colchón? Dependerá de tus planes y del dinero que dispongas. Para darte una idea, a nosotros nos gusta apartar suficiente para salir urgente del país en caso de necesidad o cubrir gastos médicos inesperados que por alguna razón no estén contemplados en el seguro de viaje.
Tarjetas para viajar: ¿crédito, débito o pre-paga?
Para facilitarte la elección, realizamos un resumen con la definición de cada tarjeta (crédito, débito y pre-paga) incluyendo sus puntos favorables y sus contras.
Tarjeta de crédito
La tarjeta de crédito permite realizar la compra de bienes y servicios a base de préstamos bancarios. Es decir, aunque no tengas el dinero igual vas a poder realizar la compra. Eso sí, una vez al mes el banco te solicitará que pagues las compras que hayas hecho. En el caso de que te retrases en los pagos o de que realices compras en muchas cuotas el banco irá agregando intereses, es decir, tendrás que pagar más de lo que costaba originalmente.
✔ Pros
- Siempre están respaldadas por Visa, MasterCard o Amex, compañías con reconocimiento internacional que aseguran que tu tarjeta de crédito sea aceptada en cualquier parte, a diferencia de la de débito que puede rebotar.
- Facilita el alquiler de vehículo y conseguir mejores precios, evitando o reduciendo el depósito o los pagos por adelantado.
❌ Contras
- Al realizar compras lo común es que no se solicite PIN, facilitando su uso en caso de robo.
- Falta de control. Los gastos realizados no se reflejarán en tu cuenta hasta el próximo mes. Hay que tener cuidado de pagar a tiempo para que el banco no cobre interés.
- Su tenencia suele tener un costo anual asociado.
- Las compras en el extranjero siempre incluyen un costo extra.
Tarjeta de débito
La tarjeta de débito permite realizar pagos y retiros del dinero de la cuenta bancaria a la que esté ligada y las compras se reflejan al momento. Si no hay dinero en tu cuenta eso significa que no vas a poder comprar nada con tu tarjeta de débito. Algunas entidades permiten sobregiros en las débito (realizar compras hasta un monto “x” sin tener dinero) pero después los intereses suelen ser bastante altos y no lo recomendamos.
✔ Pros
- Es más fácil de obtener. El banco siempre otorga por defecto una tarjeta de débito, a diferencia de las de crédito.
- Mayor control. El gasto se refleja al momento.
- Por lo general, tener una tarjeta de débito es sin costo.
❌ Contras
- Según cuál sea el banco emisor o dónde te encuentres es más probable que el pago rebote, en comparación a la de crédito.
- Para reservar vehículos muchas compañías no aceptan tarjetas de débito o solicitan adelantos y exigen depósitos superiores.
Tarjeta de prepago
La tarjeta de prepago, también denominada tarjeta de débito recargable, no tiene vínculo directo con tu cuenta bancaria. El monto de dinero que tenga debe ser cargado manualmente por el titular de la cuenta.
✔ Pros
- Para los despistados, es el mecanismo más seguro en el caso de un robo. El ladrón no tiene acceso directo a tu cuenta de ahorros y solo podrá gastar lo que hayas cargado.
- Es la más fácil de obtener. Hasta un menor de edad puede acceder a una prepaga.
❌ Contras
- Es la que tiene menos aceptación internacional. Se reduce la cantidad de negocios que acepten pagos con esta tarjeta.
- Hay que añadir planificación para evitar quedarse sin saldo. Tener una conexión segura y considerar que una recarga puede demorar más de 24 hs en reflejarse en la tarjeta.
Para nosotros, lo ideal es que en un viaje cuentes con al menos dos tarjetas: una de crédito a no usar nunca, sería solo de respaldo y para alquiler de coches, y otra de débito con la que realizar pagos y retiros frecuentes.
Nosotros hemos utilizado en viaje los tres tipos de tarjeta y cada una nos vino excelente para su ocasión. El movimiento de la economía interna cambia de un país a otro y las circunstancias obligan a ser flexibles.
Tarjetas para viajeros: Revolut, Transfer Wise y N26
Por suerte, cada vez surgen más bancos con mentalidad viajera en los que no se precisa ir físicamente a una sucursal. Ni abrir cuenta, ni cerrarla, ni gestionarla. Nada de nada. Estos bancos buscan responder la necesidad de los viajeros y, por ende, reducen o incluso eliminan las clásicas comisiones por transacciones en el exterior.
El primero que surgió de este estilo fue el banco alemán N26 y desde su apertura han aparecido otros similares como Bnext, Revolut y TransferWise. Estos bancos están pensados para personas que se mueven por el mundo y las comisiones que te cobran por pagar con tarjeta o retirar dinero en países extranjeros es mucho más baja que la de los bancos tradicionales. Con estas nuevas empresas, pagar un café con tarjeta en Tailandia es como pagar con tarjeta en tu barrio.
Como estas tarjetas están hechas para viajeros, la apertura de la cuenta y toda su gestión se puede realizar de manera telemática. La gran contra es que casi todas están habilitadas solo para residentes de Europa, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda y algunos países asiáticos como Japón y Singapur. TransferWise es la única que está habilitada para un país de latinoamérica, aquellos que sean residentes de Brasil.
Lo bueno de que esté ligado a la residencia y no a la nacionalidad es que mientras vivas en uno de los países habilitados podés abrir cuenta igual con el pasaporte uruguayo. No es necesario tener nacionalidad europea.
Lo malo es que aunque tengas pasaporte europeo (o de cualquier otro país en el que esos bancos tengan alcance) no sirve de nada sin pruebas de residencia. Por ejemplo, viviendo en Uruguay no puedo solicitar la apertura en estas cuentas aun cuando posea pasaporte español. Preciso demostrar que tengo dirección en España.
En nuestro caso, pudimos demostrar la residencia y contamos con tarjetas de N26, Revolut y TransferWise. Las tres se han portado de maravilla. N26 fue la primera y como tenía el inconveniente que solo nos permitía cuenta en euros optamos por abrir también en Revolut y Wise, que habilitan cuentas en la moneda extranjera que tu quieras. Ambas son igual de buenas y personalmente nos gusta más la interfaz de Revolut, pero conocemos gente que les pasa lo contrario y se quedan toda la vida con Wise.
Recomendaciones para elegir tu banco y tarjeta
Sea la tarjeta que sea, antes de salir de tu país te recomendamos que:
- Elijas con tiempo el banco al que asociarte. Compara los diferentes beneficios de sus cuentas y tarjetas y, si todavía te quedan dudas, podés preguntar a amigos y familiares de confianza que banco usaron ellos en viajes internacionales y cuáles fueron sus experiencias. ¿Funcionaban bien? ¿Los dejó tirados? ¿Dónde les falló? ¿Les cobraban comisiones? Etc.
- Informes al banco de tu viaje, con fechas y destinos aproximados. Esto sirve para que en caso de actividad sospechosa no se bloquee la tarjeta o, al contrario, en caso de que la roben y utilicen en lugares y fechas que no coincidan con lo que tú declaraste después lo acrediten a tu cuenta (previa comprobación del banco de que efectivamente no fue el titular quien hizo esas compras internacionales).
- Habilites compras en el exterior con los límites necesarios para tu viaje y que no requieran de autorización telefónica para retirar dinero o pagar online.
- Te asegures de tener la app del banco y estudies que autonomía otorga. ¿Permite prender y apagar la tarjeta cuando no la usas? ¿Tiene un botón para denunciar y bloquear una tarjeta robada? ¿Habilita aumentar o reducir los límites de retiro en efectivo y de pagos con tarjeta al instante?
- Anotes los teléfonos de atención al cliente del banco y los tengas a mano en caso de necesidad.
- Configures tu PIN con solo 4 dígitos. Hay países en que los bancos permiten hasta 6 dígitos, el problema es que muchos cajeros automáticos y datáfonos solo reconocen PIN de hasta 4 dígitos.
- En el caso de que vayas a hacer un viaje largo, apodera a algún familiar o amigo de confianza. Un apoderado es una persona a la que legalmente le otorgas el derecho de actuar en tu nombre. Son los únicos con autorización para realizar por ti esos trámites que exigen la presencia física del interesado. Cuando viajes y surja ese problema para el que el banco te pide que vayas en persona a la sucursal más cercana de tu país, es en ese momento que el apoderado sale al rescate y puede ir en tu lugar. 😉
Estos fueron todos nuestros tips para gestionar los gastos en viaje. Si conoces otras formas, nos encantaría leerlas en los comentarios. Toda contribución es bienvenida 😊
Muy útil el artículo. Me llevo varios tips. Gracias
De nada!
Muy buen informe
Gracias!
Buenísima información! Nos guardamos algún tip para nuestra próxima aventura 🙂
Gracias chicos! Nos alegra saber que es info útil 🙂