La ciudad de Kashan aflora del desierto cuál oasis de beneplácito diseño. Gran parte de ella mantiene sus construcciones tradicionales de arcilla mezclada con paja, material que actúa excelente como aislante térmico ante las temperaturas extremas del desierto.
Los motivos decorativos no te dejan indiferente. Persiguen el clásico simbolismo cósmico del hombre comunicándose y participando con las fuerzas del cielo. Será por eso que hay relatos que achacan el origen de los Reyes Magos a esta ciudad. Para que tú también te maravilles, te contamos qué ver en Kashan.
Que encontrarás aquí
Moverse por Kashan
Kashan es relativamente pequeña y los principales sitios de interés se hacen a pie. La excepción es Fin Garden ubicado a 10 km del centro y al que podés ir tomando el bus color verde que va todo por la principal Amir Kabir Street.
Mezquita Aghar Bozorg
Lo primero que visitamos es la preciosa Mezquita Aghar Bozorg, hoy todavía usada como madrasa (escuela de teología). El acceso es abierto. Por dentro crea sensaciones opuestas de espaciosa y pequeña en simultáneo. A la noche la iluminan con mucha gracia.
Kashan Bazaar y sus caravanesis
El bazar de Kashan nos sedujo por completo con sus caravasares intermitentes (antiguos hostales para caravanas). Lo que parece haber sido el caravanserai más importante del bazar hoy mantiene viva la actividad comercial a través de las tienditas y cafés dispuestos en su terraza.
En su patio central verás unas especies raras de palomas enjauladas que, nos explicaron, gustan de mascotas, varias ánforas donde se solía guardar la carne salada, tarrinas de cerámica que hacen de bebedero para las gallinas y una bolsa de piel de cordero rellena de leche de cabra para hacer yogur casero como a la vieja usanza. En suma, un museo a cielo abierto.
El iraní que nos alojaba nos contó que en uno de los antiguos caravanesis con aspecto más dejado hay una puerta semi-escondida que, cuando viene el dueño de la tienda ubicada un piso más arriba, la deja abierta y que por ella se puede a la azotea del bazar.
Tuvimos mala suerte y siempre la encontramos cerrada, pero te dejamos el tip por si sos más suertud@. Como estas caravanesis, hay otras escondidas a lo largo del bazaar de Kashan pero menos mantenidas y más muertas. El Bazaar está abierto en las mañanas, cierra al mediodía y re-abre en la tarde de 17 a 20.00hs.
Sultán Amir Ahmad Bathhouse
La Casa de Baño del Sultán Amir Ahmad, también conocida como Qasemi, es un hammam (baño público) tradicional iraní del siglo XVI. Se puede visitar tanto su precioso interior como su azotea que te regalará excelentes vistas al tejado de la casa tradicional Borujerdi y a las montañas nevadas. El acceso al Sultán Amir Ahmad Bathhouse cuesta 500.000 rials que definitivamente lo valen.
Casas tradicionales: Borujerdi House y Tabatabaei House
Kashan cuenta con una rica historia y entre otras cosas supo ser lugar de recreo para los reyes safávidas. Tanta prosperidad trajo consigo familias pudientes que se construyeron bello palacios. Algunos de ellos perduraron hasta nuestros días y actualmente se pueden visitar. Ahora, como todo negocio, todos cobran lo suyo y no queríamos irnos de Kashan en bancarrota, por lo que tuvimos que elegir a cuál ir.
Al final entramos a la Borujerdi House, construida por el mercader Borujerdi para su novia en 1857, y a la Tabatabaei House, edificada por la influyente familia de comerciantes Tabatabaei en 1880.
Ambas nos parecieron impresionantes y merecedoras de una visita. Además de estás hay otras dos casas-museos que no visitamos: Abbasi House y Ameriha House. Lo que sí podemos decirte es que todas cuestan lo mismo: 500.000 rials por casa tradicional.
Santuario Sagrado del Sultán Amir Ahmad
Paseando por la zona de las casas tradicionales aparece la entrada al Santuario Sagrado del Sultán Amir Ahmad, nieto del noveno Imam Al-Tagi Al-Jawad, del que no tenés idea pero no importa porque lo bonito de venir hasta aquí es visitar el santuario.
Como mujer se te presta un chador para cubrirte. La visita nos dejó impresionados por ser de los primeros que veíamos de este tipo en Irán, aunque avanzado el viaje quedo chiquito frente a otros del país, como el Santuario del de Bigdol.
Fin Garden
Habíamos leído que el Jardín de Fin (Fin Garden) es un jardín histórico persa del siglo XVI que servía como espacio de recreo para los reyes safávidas, que es el más bello del mundo y que es uno de los nueve jardines persas declarados Patrimonio Unesco.
Será que de tanta expectativa no la encontramos tan glamorosa. Los diversos patios, sus canteros y estanques los encontramos descuidados. El mayor atractivo fue la cámara de Sah-Neshin, con unas bóvedas ricamente decoradas. El costo de la entrada es de 1.000.000 rials sin audioguía.
Cenar en alguna de las casas tradicionales
Para festejar que llegaste a Irán y que la estás pasando bomba te recomendamos aflojar un poco la billetera y cenar en alguna de las tantas casas tradicionales de Kashan que hoy son restaurante. En nuestro caso probamos suerte en Morshedi House y quedamos más que satisfechos. La relación precio/calidad está muy bien y podes degustar platos tradicionales en un típico patio persa. Por un millón y poco cada uno comimos unos bien servidos platos.
Santuario Sagrado de Bigdol
Aran va Bidgol está a 15 kilómetros de Kashan y la única forma de llegar es a dedo o con taxi. El acceso al santuario sagrado es gratuito y se provee de chador a las mujeres para cubrirse. El lugar te deja boquiabierto.
Cada espacio, por más minúsculo que sea, está adornado con una saturación que roza lo obsceno y sin embargo se mantiene bello, sin saturar al ojo. Esta visita la hicimos junto al pueblo rojo de Abyaneh y nos costó 15€ el taxi para ir y volver y esperarnos una hora en el templo Bigdol y dos horas en el pueblo de Abyaneh. Tiempo más que suficiente para cada uno.
Pueblo rojo de Abyaneh
Al igual que el Santuario de Bigdol, al pueblo rojo de Abyaneh solo se puede llegar a dedo o en taxi. Como está a 80 kilómetros de Kashan pagamos por un taxi que combinara ambas visitas, una hora para el santuario y dos para el templo, y nos costó 15€. Una vez en Abyaneh hay que abonar una entrada de 700.000 riales.
Al pueblo de Abyaneh se le conoce como el pueblo rojo por el particular tono de sus edificios. En él viven apenas 106 familias cuyo principal medio de subsistencia debe ser el turismo. El pueblo es sencillo y austero. Resalta entre sus paredes color membrillo la madera tallada y coloreada del pórtico de la mezquita. Su techo interior también es una obra maestra rústica en madera repleta de coloridos motivos geométricos.
Los otros dos sitios importantes, que son el templo de fuego y el templo de los mártires de Imam Hossein, los encontramos menos interesantes. Lo mejor por lejos es pasear por las callejuelas, ver a las doñas en sus tradicionales vestidos de estampados floreados y ascender hasta el castillo ubicado en una colina a las afueras de Abyaneh. El sendero está marcado en la app de maps.me y es menos de un kilómetro. Ofrece excelentes vistas panorámicas al pueblo rojo.
Mapa de Kashan
En este mapa encontrarás marcados todos los puntos del artículo haciendo zoom sobre la ciudad correspondiente.
Hasta aquí nuestro resumen del viaje por Irán. Siempre buscamos ser honestos con nuestras impresiones y esperamos encuentres útil la información. Cualquier duda o sugerencia te leemos en los comentarios.
