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Qué ver en Nueva Zelanda – 10 lugares increíbles de la Isla Sur

Qué ver en Nueva Zelanda - 10 lugares increíbles de la Isla Sur Barco en el lago Te Anau

¿Vas a visitar la Isla Sur de Nueva Zelanda y contas con poco tiempo? ¡No te preocupes! Te voy a contar 10 lugares increíbles que ver en Nueva Zelanda en la Isla Sur para visitar sin falta y que disfrutes al máximo tu estancia. Aquí va mi top 10 del sur sobre qué ver en Nueva Zelanda.

1 – Christchurch

Christchurch la visité dos veces. La primera vez no le encontré nada particular. Creo que porque venía de mucha naturaleza y me chocaba su urbanidad. Sin embargo, la segunda vez me resultó mucho más interesante y atractiva. Puede que Christchurch no sea para todos, pero se merece al menos un día.

Entre lo que más me gustó fue la presencia de enormes murales artísticos por toda la ciudad. Para quienes nos divierte descubrir grafitis, la web Wach This Space creó un mapa con todos los puntos marcados. El arte callejero también está en 3D. Están distribuido por todo Christchurch como curiosas estructuras contemporáneas pertenecientes al proyecto Scape Public Art. Aprovecha tu caminata para descubrirlas.

Arte callejero, christchurch, Isla Sur, Nueva Zelanda
Mural en Christchurch.

Después está el centro histórico, con el Art Centre, el Canterbury Museum y el Botanic Garden como figuras principales. El Art Centre es un edificio gótico-renacentista de 130 años que se puede admirar gratis por fuera y por dentro. El Canterbuy Museum, ubicado a la entrada del Botanic Garden, es un museo de antropología e historia natural fundado en 1870. Entre sus exhibiciones incluye fósiles y huesos de animales prehistóricos, información sobre la Antártida e historia de la presencia humana en Nueva Zelanda. También cuenta con exhibiciones temporales que puedes consultar en su página web. El acceso es gratuito.

Frente al Canterbury Museum está el parque del jardín botánico. El Botanic Garden está dividido en varios jardines y su forma de herradura se la da el río que le acompaña. Por último, para visitar la costa te recomiendo Lyttelton Harbor o Governors Bay, más bonitos que la zona costera que da al estuario Avon Heathcote.

2 – Akaroa

A pesar de su nombre maorí, que significa «Puerto Largo», a Akaroa se la identifica como la ciudad más francesa de Nueva Zelanda. Esto se debe al asentamiento francés de 1840 que llegó para quedarse y que influenció tanto la cultura del lugar que se mantiene hasta nuestros días. Akaroa se ubica en la Península Banks a orillas de la French Bay y sus  aguas cristalinas son geniales para darse un buen chapuzón.

El pueblo se puede recorrer todo a pie y sus tiendas, casas y muelle son de postal. Hay que visitar sin falta The Giant House, una casa-museo repleta de arte en toda su construcción. Desde los mosaicos de paredes y suelo hasta las esculturas en los jardines y las cerámicas, obra del artista Josie Martin. De no querer pagar entrada, recomiendo al menos arrimarse a la casa para tener un atisbo por fuera de su trabajo.

Esculturas en la Giant House
Esculturas en la Giant House

3 – Oamaru

Oamaru es realmente sorprendente. Se la considera la ciudad más grande de Waitaki y cuenta con una rica herencia de época colonial. La arquitectura de sus tiendas, edificios y galerías hacen honor al patrimonio victoriano que heredaron de los ingleses en el siglo XIX y que se puede apreciar de cerca en el Victorian Precinct.

Su puerto  tiene muy acentuado las antiguas construcciones y fábricas que fueron recicladas sin sacarles el toque old style. Un ejemplo que me gustó mucho fue una antigua fábrica de whisky que hoy es una tienda por dentro. También se ven muchos objetos antiguos o viejo armamento bélicos transformado en esculturas y juegos.

Para los que nos gusta lo vintage, Oamaru es espectacular. Cuenta con un Museo Steampunk  y librerías tradicionales que te hacen viajar en el tiempo. Una en particular llena de rarezas cuenta con una réplica a tamaño real de un barco que estuvo año y medio perdido en el Antártico hasta encayar en el puerto de Oamaru.

Después están los jardines públicos que tienen el honor de ser los más antiguos del país, aunque a mi entender no es lo que más destaca de la ciudad.  Eso son las dos colonias de pingüinos azules. Esta preciosa ave es la especie más pequeña de pingüino y uno de sus habitats naturales es la costa de Nueva Zelanda. El nombre se lo da lo azulado de sus plumas. Los pingüinos azules visitan Oamaru al anochecer y es posible verlos sin pagar entrada. No los verás de tan cerca pero te ahorras unos 40 NZD.

Museo Steampunk en Oamaru, Nueva Zelanda , Isla Sur
Tren steampunk frente al museo.

4 – Moeraki Boulders

Yendo por la costa, a 38 kilómetros de Oamaru dirección sur, se encuentran las Moeraki Boulders en la playa Moeraki. Es toda una playa cubierta por piedras de curiosa apariencia. Son perfectamente esféricas, con casi dos metros de altura y varias toneladas de peso.

Los científicos explican que estos misteriosos cantos rodados se formaron hace unos 65 millones de años. Sin embargo, la leyenda maorí cuenta otra cosa. Narra que en realidad antes eran calabazas y que fueron arrastradas a la orilla desde la gran canoa maorí Araiteuru, hundida al tocar tierra en Nueva Zelanda hace cientos de años. 

Para evitar que muchas de las piedras estén tapadas por el agua y disfrutar al cien por ciento de las Moeraki Boulders hay que ir en el momento del día que la marea esté más baja.

Moeraki Boulders
Moeraki Boulders

5 – Queenstown

 Queenstown es una preciosa ciudad a orillas del lago Wakatipu. Tiene todo lo que uno pueda desear: playa, caminatas costaneras, deportes de invierno, actividades acuáticas, deportes de riesgo, montañas, parques enormes, naturaleza y una ciudad llena de vida. Todo compactado en un formato pueblo de lo más pintoresco.

Para aprovechar al máximo el lugar está bueno ir en diferentes épocas del año. En invierno es excelente para esquiar, en otoño para realizar trekkings en sus bosques y subir a la Skyline Gondola, verano para navegar y primavera para el bungee jumping en el río Shotover. El parque de Queenstown es increíblemente bonito y grande, con sus llamativas canastas de cadena para jugar al extraño disc golf, un deporte de reglas similares al golf en que hay que tratar de encestar un pequeño disco. Y todo el año hay mucha movida en Queenstown, con tiendas, bares y restaurantes abiertos a la orden del día.

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Queenstown desde la colina de Skyline Gondola.

6 – Bluff e Invercargill

Bluff es la ciudad más al sur de la Isla Sur de Nueva Zelanda. Su mayor atractivo es ese, pues la villa pesquera no goza de mayores atractivos. Recomendable llevar abrigo y un paraguas o chubasquero. El tiempo suele ser bastante chungo y ventoso sin importar la época del año.

La ruta nacional 1 muere al final de la punta de la península en el Stirling Point. El Stirling Point está marcado con un mirador al mar del que sobresale un poste con indicaciones de las distancias a distintos destinos del mundo. De allí hay un sendero costero, el Motupohue Track del Bluff Hill con bajada a las rocas, que permite circunvalar a pie toda la costa y que cuenta con interesantes monumentos al comienzo del camino. Por este trekking, o en coche por carretera, se puede subir hasta el mirador panorámico 360 de la Bluff Hill, mirador que vale la pena.

De regreso (o yendo a Bluff, es indiferente) puede interesarte parar en Invercargill, ciudad a solo 25 km de Bluff que vas a cruzar de camino si o si. Es bastante grande y sin embargo no tiene mucho. Su mayor orgullo es Queens Park, un parque público de 80 hectáreas dividido en distintas secciones y jardines. Destacan el jardín de rosas, el de rododendros, el jardín de azaleas, el japonés y la colección de plantas nativas. Cuenta con interesantes arquitecturas de época, como la antigua torre del agua y el invernadero para plantas tropicales.

Carteles de distancias en Stirling Point
Stirling Point

7 – Aoraki / Mount Cook y el Glaciar Tasman

¿Amante de las montañas? Prepara una visita a Aoraki, o Mt Cook, la montaña más alta de Nueva Zelanda. Se ubica en el Parque Nacional Aoraki / Mount Cook y es hogar de lagos y glaciares. Este parque, junto a otros tres, pertenece a la región natural de Te Wahipounamu (significa «el lugar de las aguas de las piedras verdes»), declarada Patrimonio UNESCO de la Humanidad por ser la mejor representación geológica y biótica intacta de Gondwana (antiguo bloque continental del Neoproterozoico – hace unos 500 millones de años -).

La leyenda maorí de Ngai Tahu cuenta que Rakinui (Padre Celestial) tenía cuatro hijos, uno de ellos Aoraki, que mientras navegaban por el mar chocaron contra un arrecife y su canoa volcó. Cuando los cuatro hermanos lograron trepar a la quilla de la canoa una ventisca helada los transformó en piedra. La canoa se convirtió en la Isla Sur (Te Waka), Aoraki en la montaña más alta y sus hermanos en montañas aledañas. Los Alpes de Nueva Zelanda se habían formado. El sobrenombre Cook llegó con los británicos en 1851.

Su porte embelesó a Peter Jackson, que la eligió para representar el pico Caradhras de las Montañas Nubladas en el Señor de los Anillos. Son estas montañas las que albergaban en sus entrañas las minas de Moria. La Comunidad del Anillo trató de cruzar el paso de las Montañas Nublada pero una fuerte tormenta de nieve los obligó a elegir el cruce a través de las antiguas minas enanas de Moria. 

Persona abrasada a una roca de hielo en un lago descongelado del Mount Cook
Roca de hielo en el lago de Mount Cook.

No temas, en nuestra Tierra el Parque de Mt Cook cuenta con caminatas fáciles, sin orcos y disponibles para todas las personas y edades. El punto de inicio para cualquier actividad alpina es Aoraki / Mt Cook Village, un pueblo de fácil acceso compuesto principalmente por hoteles y pegado al lago Pukaki. El centro de información de la villa presenta un museo muy completo e informativo sobre los Alpes de Nueva Zelanda (entrada gratuita). De pasar la noche aquí o en algún refugio del parque aprovecha la poca contaminación lumínica para ver las estrellas.

Desde Aoraki / Mount Cook Village hay 10 caminatas cortas. La que hice (y hace casi todo el mundo) fue Hooker Valley Track (traducido como Caminata del Valle de Hook) que son solo 10 km ida y vuelta. El sendero es bien sencillo y conduce al valle Hooker, siguiendo el río Hooker hasta el lago Hooker. A lo largo del paseo hay puentes colgantes, memoriales a los montañistas fallecidos y espectaculares vistas a las montañas, icebergs y glaciares. Destaca el lago Mueller con sus masas de hielo flotante (frutos del deshielo de la montaña) y vistas a su glaciar y al Mount Sefton.

Al llegar al lago Hooker te sorprenderás con los enormes témpanos de hielo que flotan en sus aguas, desprendimientos del glaciar que lo alimenta. Algunos témpanos están en la orilla y son tan grandes que apenas puedes abrazarlos. Decorando el fondo están los Alpes de Nueva Zelanda, con Aroaki como figurita principal.

El 40% del parque está cubierto de glaciares. El glaciar Tasman (o Haupapa) es el más grande, con 23.5 km de largo, 4 km de ancho y 600 metros de espesor, pero el costo por acceder a la zona más hardcore es alto. La versión free es visitar el mirador de su lago de aguas prístinas ubicado a 8.6 km en coche de Aoriaki/Mt Cook Village y 600 metros de escaleras. Desde allí se obtiene unas muy buenas vistas de las espectaculares formaciones de hielo. Para acercarte más toma el sendero Ball Hut Road que sale del mismo parking y conduce al corazón del glaciar Tasman por un lateral. Aprovecha también para una visita rápida a los pequeños Blue Lakes (Lagos Azules), ubicados a dos pasos del mirador.

Lago y glaciar tasman, parque nacional de aoraki mt cook, Isla Sur, Nueva Zelanda
Lago Tasman. Al fondo lo que está en gris es su glaciar.

8 – Arrowtown

Arrowtown es una antigua ciudad de mineros que surgió durante la fiebre del oro a finales del siglo XIX. Todo comenzó cuando un pastor encontró oro en el río Arrow. Este descubrimiento atrajo centenares de familias y Arrowtown creció hasta tener 6.000 habitantes. Este proceso se revirtió después de la Segunda Guerra Mundial, cuando el pueblo había quedado reducido a tan solo 100 habitantes y casi se transforma en ciudad fantasma. El turismo fue su salvador, hoy en día principal ingreso.

En la actualidad se mantienen muchos edificios de la época del oro que le brindan una apariencia a película del Lejano Oeste (aunque menos árido y mucho más limpio). El mayor entretenimiento es bajar con batea hasta el lecho del río (el nivel es bastante bajo) a tratar de encontrar pan de oro, actividad de la que no salí millonaria. Por si te lo estás preguntando, no, ya no hay oro suficiente como para vivir de él en Arrowtown.

Un sitio históricamente interesante es el asentamiento chino que surgió durante la fiebre del oro a orillas del río. Hoy todavía se pueden ver las curiosas cabañas de los inmigrantes asiáticos de aquellos tiempos, situadas en el cruce del río Arrow y Bush Creek. Además de recorrer el pueblo y aprender su historia hay muchas caminatas para hacer en los alrededores del río y de los bosques aledaños a Arrowtown. 

Arrowtown, Isla Sur, Nueva Zelanda
Farmacia al estilo del Lejano Oeste en Arrowtown.

9 – Dunedin

A pesar de su considerable tamaño, los mayores atractivos de la ciudad de Dunedin se concentran en los alrededores de su Plaza Octogonal. Encontrarás tiendas, bares, restaurantes y algunos de los edificios más emblemáticos. Uno es Dunedin Public Art Gallery (Galería de Arte Pública de Dunedin), de acceso gratuito y con un buen surtido de exhibiciones.

Otro es la St. Paul’s Cathedral (Catedral de St. Paul), datado de 1863. Aunque a mi entender la iglesia más bonita de Dunedin por su arquitectura es la Catedral de St. Joseph. El edificio del Centro de Información de Dunedin también es especialmente lindo y se ubica sobre la Plaza Octogonal.

Desde una de las caras de la plaza sale la calle Stuart St que solo tiene cinco cuadras de longitud y muere en la impresionante Dunedin Railway Station (Estación de Ferrocarril de Dunedin) y sus jardines exteriores. Su construcción a principios del siglo XX fue vital para permitir el crecimiento económico de la ciudad, alimentado principalmente de la actividad minera. Llegó a recibir hasta 100 trenes por día en su mayor época de auge.

A pocos metros está Cadbury World para los amantes de este dulce, un museo de chocolate de la compañía Cadbury. O si te va más la cerveza, hay en Duendin dos cervecerías que ofrecen tours a sus instalaciones: Speight’s Brewery y Emerson’s Brewery.

Baldwin Street, la calle más empinada del mundo.
Baldwin Street, la calle más empinada del mundo.

Para quienes nos gustan los jardines está el maravilloso Jardín Botánico de Dunedin, público y gratuito. Está dividido en zonas temáticas y con esculturas de los personajes de Peter Pan repartidos por todo el predio. Otros espacios verdes son la plaza Queens Garden y los jardines chinos de Lan Yuan (Dunedin Chinese Garden). Estos son una versión en miniatura del clásico jardín chino, con las tradicionales entradas de piedra en las que sacarse foto gratis, y la entrada al interior del recinto cuesta 10 NZD.

Retornando a la arquitectura occidental, la Universidad de Otago es un edificio de arquitectura y campus precioso y recomiendo pasar a conocerlo. Cerca está el Ogato Museum, de acceso gratuito que cuenta con todo tipo de colecciones. Para terminar, toca un poco de ejercicio subiendo Baldwin Street, una calle de 161.2 metros de largo que sube 47.22 metros de altura formando una pendiente super empinada. Por esta característica, fue declarada por los Records Guinness la calle más empinada del mundo.

10 – Milford Sound y Te Anau

«-¡Mirad los Argonath, los Pilares de los Reyes! – gritó Aragorn-. Los cruzaremos pronto. ¡Mantened las barcas en fila y tan apartadas como sea posible! ¡Siempre por el medio de la corriente!»
El Señor de los Anillos, La Comunidad del Anillo
J.R.R. Tolkien

¿Recordás la escena? La comunidad navegando el río Anduin para alcanzar el mar cruzando las Puertas de Argonath, dos enormes colosos de los reyes Isildur y Anarión, con terribles acantilados de inescrutables alturas a cada lado del Gran río Anduin. Al traspasar los pilares se amplían las aguas rodeadas de escarpadas rocas. Es el fiordo de Milford Sound, 15 kilómetros de cascadas y acantilados formados por el Mar de Tasmania tierra adentro.

Para contarte al detalle como visitar este mágico lugar te invito a leer su entrada exclusiva, en la que también hablo del pequeño pueblo de Te Anau y sus atractivos.

Al pasar los colosos de Argonath, llegarás a los fiordos de Nueva Zelanda.

Por aquí termina mi Top 10 . Existen muchas otras cosas para ver y hacer en Nueva Zelanda y que pueden interesarte. Descubrilas en la entrada Qué ver en Nueva Zelanda – 89 actividades gratis. ¿Visitas solo la Isla Norte? Lee Qué ver en Nueva Zelanda – 5 lugares increíbles de la Isla Norte.

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