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Qué ver en el País Vasco – 4 excelentes lugares para visitar

La Parte Vieja al fondo, el Ayuntamiento al medio y la Noria al frente. Vistas desde la Playa de La Concha. San Sebastian

El País Vasco, o Euskadi en su propia lengua, es una región al norte de España y pegado al Mar Cantábrico de inciertos orígenes. Sus villas y ciudades forman parte del histórico Camino de Santiago Vasco del Interior, el más importante entre los s. X y XIII, y exhalan un particular estilo. Te contamos 4 excelentes lugares que ver en el País Vasco.

Idiomas del País Vasco

Existen dos lenguas oficiales en el País Vasco, el castellano y el euskera (o vasco). El vasco es la lengua viva más antigua de Europa y sus desconocidos orígenes causan intriga a los lingüistas. No tiene relación con ningún otro idioma conocido. El euskera también se habla en Navarra y en el País Vasco francés (comprendido por las regiones francesas de Labort, Baja Navarra y Sola).

Gastronomía del País Vasco

La gastronomía de Euskadi es mundialmente prestigiosa. Son comunes los txokos, sociedades privadas vascas originarias de principios del siglo XIX, que celebran reuniones para degustar platos de alto nivel, jugar a las cartas, cantar bilbainadas (canciones típicas de la región vasca de Vizcaya) y salir de txikiteo (ir de bar en bar tomando vasos pequeños de vino denominados chatos, chiquitos o txikitos) y pintxos (pequeños aperitivos de pan con alguna porción de comida arriba que en castellano se conoce como pincho).

Del mar Cantábrico nacieron varios platos tradicionales como el kokotxa (cazuela de merluza), la marmita de bonito, el bacalao al pil pil, el bacalao a la vizcaína y el besugo a la espalda. Para beber lo más popular es el txakoli (o chacolí, tipo de vino ligero usualmente blanco), el vino Arabako Errioxa (Rioja Alavesa) y el sagardo (sidra de manzana) típicamente consumido en la sagardotegi (sidrería).

De postre tenemos goxua (especie de pudín hecho con crema doble/nata, bizcocho, crema pastelera y caramelo), biskotxa (tarta vasca de harina, manteca, huevos y crema pastelera), tostadas de crema (crema pastelera frita con canela o azúcar) y carolina (tartaleta de hojaldre con un cono de merengue cubierto de chocolate y yema de huevo que nos hizo acordar mucho al ricardito).

Qué ver en el País Vasco – Bilbao

Bilbao se encuentra en la provincia de Vizcaya y es la ciudad más poblada del País Vasco. A pesar de ser una ciudad interior, a escasos 20 km las orillas del mar Cantábrico ingresan al continente y alcanzan el núcleo urbano bajo la forma de ría. Uno de sus cruces es el Puente Colgante de Vizcaya, declarado por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad por ser el primer puente del mundo que permitió en simultáneo el paso de barcos y el cruce de personas y vehículos de una orilla a otra a través de una barquilla suspendida.

Pegado a la ría está el emblema de Bilbao, el Museo Guggenheim de arte contemporáneo inaugurado en 1997. Su curiosa arquitectura se inspira en el antiguo puerto de Bilbao y en su evolución actual, simbolizando un navío anclado. Adentro hay una zona de pago y otra gratuita. El museo se encuentra rodeado de increíbles obras artísticas como Puppy, el gigante perro de flores; Mamá, la gran escultura de forma arácnida; El gran árbol y el ojo, sobresaliendo del estanque como un racimo de bolas metálicas; y Tulipanes, un racimo metálico a colores.

El entorno del museo cuenta con zonas verdes y paseos por el muelle con varios puentes para visitar la orilla opuesta. Cruzando el río, en el margen izquierdo, se encuentra Bilbao la Vieja, antigua área donde se extraía minerales y se trabajaba el hierro; y en el margen derecho está el Casco Viejo, con sus históricas calles comerciales que subsistían gracias a la actividad portuaria.

Museo Guggenheim Euskadi, Bilbao España
Escultura «El Gran Árbol y el Ojo», atrás está el Museo Guggenheim.

El Casco Viejo presenta toda una zona peatonal compuesta de 7 simpáticas calles principales repletas de cafés, bares, restaurantes y tiendas. Excelente lugar para apreciar edificios de época, como la Catedral de Santiago del s. XV o el Palacio de Arana del s. XVI, y probar unos típicos pinchos.

Otro importante distrito de Bilbao es el Ensanche, centro comercial y financiero que surge entre finales del s. XIX y principios del s. XX como área moderna y que es donde se ubica el Museo Guggenheim. Su epicentro es la circular Plaza Moyúa con una gran fuente al medio. Desde allí se puede llegar a los Jardines Albia o al enorme Parque de Doña Casilda de Iturrizar caminando por Gran Vía y observando las eclécticas fachadas de edificios del s. XX; bancos, palacios, hoteles, estaciones y oficinas de estilos modernistas, neogóticos, barrocos, de estilo vasco y racionalista.

Antes de irte subí al Mirador de Artxanda para unas buenas panorámicas de Bilbao. Descarga los mapas con las rutas turísticas que más se amolden a tus gustos en la página oficial de turismo de Bilbao.

puppy Museo Guggenheim Euskadi, Bilbao España
Puppy, el perro de flores. Museo Guggenheim

Qué ver en País Vasco – San Juan de Gaztelugatxe

En los 150 kilómetros litorales de la Provincia de Vizcaya existen lugares especiales como San Juan de Gaztelugatxe, a poca distancia de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Gaztelugatxe (o Gaztelugache) significa en euskera «peña del castillo» y refiere a la ermita construida en un islote de la costa, solo unida al continente por un zigzagueante puente de dos arcos construido sobre las rocas y un ascenso de 241 escalones.

Al alcanzar la curiosa ermita, datada del siglo X y dedicada a San Juan, es tradición tocar tres veces su campana y pedir un deseo. A esta pequeña iglesia concurren hasta nuestros días pescadores que zarparan pronto para solicitar la protección de San Juan. Puede que incluso veas en la ermita ofrendas de marineros que se salvaron de naufragios.

La leyenda cuenta que cuando el Santo alcanzó la costa vasca, sus huellas quedaron marcadas en cuatro lugares, uno de ellos el arco de San Juan. Como esta, existen muchas otras creencias alrededor de este interesante templo que sobrevive a las olas enardecidas, las piedras afiladas y los acantilados abruptos. Para tu visita lleva abrigo porque suele estar ventoso.

San Juan de Gaztelugatxe
San Juan de Gaztelugatxe

Qué ver en País Vasco – Lekeitio

Lekeitio o Lequeito es una ciudad vasca ubicada a orillas del golfo de Vizcaya, en la desembocadura del río Lea. Históricamente la base de su economía ha sido la pesca y actualmente es la actividad turística. Sus principales atractivos son las amplias playas, el caserío marinero, el casco histórico y la isla de San Nicolás.

A la isla de San Nicolás es posible acceder a pie durante la marea baja. Es pequeña y con un espacio natural para pasear y disfrutar del mar. Casi toda la costa termina en acantilado y para disfrutar de las dos playas hay que ir a la desembocadura del río. Del otro lado se sitúa el caserío popular de origen pesquero, de aquí salieron al menos tres marineros que viajaron en el barco «Santa María» y participaron en el descubrimiento de América junto a Colón.

El casco antiguo conserva ejemplos de arquitectura tradicional vasca como la Basílica de la Asunción de Santa María (s. XV) de estilo gótico, la Torre Zahar y la Torre Turpin (s. XVI), el Ayuntamiento (s. XVIII) de estilo barroco y el Palacio Uribarria. Alrededor de la basílica podrás ver elegantes casonas de la antigua aristocracia vasca.

Lekeitio
Lekeitio

Qué ver en País Vasco – San Sebastian / Donostia

San Sebastian, o Donostia en euskera, nos atraía cual imán al hierro por haber sido hogar del bisabuelo materno Pedro Joaquín Laniella Galarza. Su bahía principal se emplaza sobre la playa urbana de La Concha, entre los montes Igeldo y Urgull.

Para disfrutar de las vistas panorámicas desde la cima del Monte Igeldo, se puede acceder a pie desde la familiar playa de Ondarreta, en coche o en un funicular de 1912. A los pies del Monte Igeldo está el conjunto escultórico Peine del Viento, sobresaliendo de las rocas de Punta Torrepea. Cuando más se disfruta la obra es al romper las olas contra las filosas piedras del acantilado, porque provocan un curioso silbido proveniente de los agujeros en el suelo.

La Isla de Santa Clara se ve en el horizonte a medida que bajas al emblemático paseo marítimo de la Bahía de la Concha. Isabel II puso esta playa de moda en 1845 al ser la que usaba para sus baños de mar, a recomendación del médico. A su presencia le siguieron aristócratas y burgueses que introdujeron a Donostia en la Belle Epoque. Fue pieza clave la reina María Cristina y su corte que, enamorada de la ciudad, pasó cada verano de 1893 a 1928 en ella.

San Sebastian
Conjunto escultórico Peine del Viento en las rocas de Punta Torrepea.

DATO CURIOSO
En el s. XIX y principios del s. XX era muy común que los médicos prescribieran ‘baños de ola’ (o ‘baños de mar’) como remedio para vitalizar los huesos, reducir la fiebre y mejorar la salud en general. Estos baños consistían en una caseta con ruedas tirada por caballos para que el bañista pudiera meterse al mar sin ensuciarse de arena. Existían casetas en la playa para que el paciente se mudara de ropa. El traje de baño estaba recomendado por los médicos y se componía de dos pieza de lana, un pantalón largo y una blusa de colores oscuros (más tarde las mujeres cambiarían a colores claros).

Al caminar entre los edificios señoriales con un marcado estilo francés -como el Teatro Victoria Eugenia, el Ayuntamiento (ex-casino) y los jardines de Alderdi Eder con su carrusel y su fuente– es muy fácil transportarse con la imaginación a esos tiempos románticos de la vida cortesana. Hay que admitir que tanto Isabel II como María Cristina tenían excelente gusto, porque a nosotros también nos pareció preciosa toda la costa.

Pronto se alcanza los tesoros de la Parte Vieja: murallas, cañones y fortalezas, empedradas calles, el antiguo embarcadero, la Iglesia de San Vicente (el templo más antiguo de la ciudad), la Basílica de Sta Maria, el Mercado de La Brexta para picar algo y la Plaza de la Constitución para tomar un café. Corona la Parte Vieja el Monte Ugull con un mirador al se puede subir por diferentes sendas.

Puente de Santa Catalina, San Sebastian
Cruzando el Puente de María Cristina se accede a la Parte Vieja.

Para cruzar la desembocadura del río Urumea hay varios puentes, sin embargo el más bonito es el puente peatonal de María Cristina. Surgió en 1893 como pasarela provisional de madera para acceder al viejo velódromo y la plaza de toros. Recién en 1905 consiguió su estructura de piedra, cemento y cuatro obeliscos coronados de esculturas en cada extremo. Al otro lado de la desembocadura está la Playa Zurriola del barrio de Sagüés, la zona con más actividad surfera.

Bajando por el Paseo de Federico García Lorca llegarás a la Tabakalera, antigua fábrica de tabaco que funcionó de 1913 a 2003. Hoy es un centro de cultura contemporánea que ofrece distintas actividades y exposiciones, así como espacios de descanso y recreación. Finaliza tu visita a San Sebastian apreciando las vistas a la ciudad desde la quinta planta de la Tabakalera.

Qué ver en País Vasco – Astigarraga

Astigarraga (traducido como «lugar de arces» en vasco) es un pueblo de Guipúzcoa ubicado a escasos kilómetros de Donostia/San Sebastián. Su configuración actual comenzó en la Edad Media, entre los s. X y XIII, cuando era punto de descanso para los peregrinos del Camino de Santiago Vasco del Interior. A este respecto cuenta con un conjunto de monumentos históricos conformados por iglesias, palacios, casas y caseríos.

La villa de Astigarraga también es reconocida como epicentro de la tradicional sidra vasca. Recomendamos visitar el Museo de la Sidra Vasca (Sagardoetxea) que se divide en tres zonas: el manzanal, el centro de interpretación y la zona de degustación. La visita es con guía y cuesta 4€. Está muy bien explicado y en la degustación te enseña todo lo relacionado al rito del txotx (ritual gastronómico para que los comensales se acerquen al barril para servirse sidra) y a la producción de la sidra, como por ejemplo que para conseguir una buena sidra se utilizan diferentes variedades de sagarra («manzana» en vasco).

Tradicionalmente, al finalizar el triturado de la manzana se invitaba a todos los que habían colaborado en el trabajo a cenar y festejar hasta altas horas de la noche. Cuando terminaban de comer se tocaba el txalaparta, un instrumento de percusión tradicional vasco, animando a los vecinos a sumarse a la celebración.

Otro dato curioso es que antiguamente la sidra formaba parte del salario de los astilleros y marineros y era muy utilizada por los balleneros como sustituto de la fruta en sus largas travesías marítimas. Desconocemos cuan efectiva fuera contra el escorbuto, pero seguro que el ambiente en el barco se animaba bastante. Enterate más sobre el museo y otros lugares de interés de Astigarraga en la web oficial de turismo.


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